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Una propuesta de Pérez Minik como doctor 'honoris causa', rechazada en La Laguna

Una propuesta del decanato de Bellas Artes de la universidad de La Laguna (Tenerife) en la que se solicitaba la concesión del título de doctor honoris causa para el crítico y escritor Domingo Pérez Minik, de 82 años, no fue aprobada por la junta de la facultad, al oponerse un sector de profesores, que cuestionó su figura y llegó a alegar desconocimiento de su obra. Los promotores de la elección prefirieron aplazar la votación para una reunión extraordinaria del mismo órgano de gobierno, en la que se estudiará de nuevo esta iniciativa como único punto del orden del día.

Los reparos a Pérez Minik, uno de los intelectuales más brillantes de este siglo en Canarias, han provocado sorpresa e indignación en las islas. "La polémica habrá servido al final para despejar toda posible duda aislada sobre la dimensión histórica del personaje. En el tablón de anuncios de la facultad colocaremos las reacciones aparecidas en la Prensa para que alumnos, profesores y personal no docente se sensibilicen", señaló del decano, Eduardo Camacho.Ensayista, conferenciante y critico teatral y artístico, Pérez Minik es autor de nueve libros, entre ellos La novela inglesa actual y Debate sobre el teatro español contemporáneo, dos obras clave en la bibliografía literaria hispánica. Es colaborador habitual de Insula. Vanguardista de toda la vida, fundó en Tenerife en los años treinta, junto con Eduardo Westerdahl y otros coetáneos, Gaceta de Arte, revista internacional de cultura, de la que se cumplieron recientemente 50 años, considerada una de las máximas aportaciones desde Canarias al pensamiento europeo. Fue uno de los organizadores de la II Exposición Internacional del Surrealismo, celebrada en Tenerife en 1935, e impulsó la I Exposición de Esculturas en la Calle.

En 1984, los Gobiernos central y autónomo reconocieron su labor al distinguirlo con la medalla de oro de Bellas Artes y el Premio Canarias de literatura. Ese mismo año, la Universidad Internacional Menéndez Pelayo le impuso la medalla de la institución y fue nombrado presidente del Premio de la Crítica. Su conducta sencilla pero combativa, desinteresada ante los honores, independiente y tenaz, le han hecho un ser prestigioso y venerado. Se proclama asimismo "universal y agitador".

Pérez Minik había sido, precisamente, el conferenciante que inauguró el actual curso académico en la facultad de Bellas Artes de La Laguna. No asistió al acto la mayoría de los profesores, a excepción de los miembros del decanato, por considerarle un "no universitario".

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