Dos cuadros de Joan Miró

Mientras el rey don Juan Carlos entregaba a los galardonados sus respectivas medallas de oro, premios sin dotación económica pero de gran prestigio, un par de cuadros de Miró reposaban en una sala cercana del Museo del Prado. Pilar Juncosa, la viuda de Joan Miró, una de las galardonadas ayer, había manifestado su deseo de ceder a la espléndida pinacoteca las dos mejores pinturas que conservaba de su esposo y su deseo ya se había hecho realidad.Uno de los dos cuadros elegidos por Pilar Juncosa es un lienzo de grandes dimensiones y largo nombre: Libélula de alas rojas persiguiendo a una serpiente que se desliza en espiral hacia la estrella-cometa. El otro, más pequeño, lleva por título Caracol, mujer, flor y estrella. El primero es de 1951, y el segundo, de 1934. Ambos llegaron al Museo del Prado, provenientes de la Fundación Miró de Barcelona, en la mañana del sábado.

Los responsables del Museo del Prado están pensando en exponer los dos cuadros de Miró junto al Guernica, de Picasso, en la sala central del Casán del Buen Retiro, donde también se exponen obras recientemente recuperadas del legado Cooper.

Pilar Juncosa no pudo recoger ayer personalmente la medalla que se le concedió debido a su precaria salud -tiene 82 años-, y en su lugar acudíó su hija María Dolores Miró. Con este galardón, el Ministerio de Cultura ha querido resaltar el esfuerzo de la viuda de Miró, tras la muerte del artista, para divulgar su obra. Pilar Juncosa ha cedido cerca de 200 pinturas y 300 dibujos a la ciudad de Palma, ha donado al Estado los derechos de autor de 42 esculturas y acaba de ceder al Prado las dos obras señaladas.

La familia de Joan Miró es, además, la primera que paga al Estado los derechos de sucesión con obras de arte, al amparo de la nueva ley de Patrimonio Histórico, vigente desde junio de 1985. Estas obras -24 óleos y 203 grabadosfueron depositadas en el Museo Español de Arte Contemporáneo.