Los diplomáticos en Moscú dedican su tiempo al servicio doméstico
Funciones que van desde llevar los niños al colegio hasta preparar hamburgaesas en la cantina fueron realizadas ayer por el personal norteamericano de la Embajada de Estados Unidos en Moscú, en ausencia del personal auxiliar soviético, que mayoritarÍamente no acudió al trabajo tras su baja forzosa.Un total de 260 contratados locales, en su mayor parte soviéticos, se han visto obligados a abandonar sus puestos de trabajo después de que Moscú decidiera responder a la expulsión de cinco de sus diplomáticos y la reducción en 50 de su plantilla diplomática en Estados Unidos con cinco expulsiones recíprocas y la eliminación de los empleados contratados localmente. Éstos se sumaban a un número de estadounidenses que ahora se encuentra igualaido con el de soviéticos que representan a su país en Estados Unidos, y que ronda las 250 personas en ambas partes.
La eliminación de personal auxiliar causó ayer cuantiosos trastornos a la representación diplomática estadounidense en Moscú. Los marines encargados del servicio de seguridad fueron empleados para lavar platos, según fuentes norteamericanas.
La esposa del embajador, Donna Hartmanin, tuvo que sustituir al personal de su cocina. Una recepción en honor del último premio Nobel de la Paz, Elie Wiesel, que debía celebrarse anoche en la residencia del embajador, Arthur Hartmann, era esperada con curiosidad por la colonia norteamericana en Moscú, ansio sa de ver cómo se ha resuelto el problema de la falta de servicio doméstico. Una organización especial -Directorio para el Servicio del Cuerpo Diplomático (UPDK)- controla y organiza toda la contratación local de embajadas, empresas extranjeras y delegaciones de Prensa en Moscú. El UPDK realiza tareas que van desde la organización de un viaje por la URSS hasta el suministro de profesores y el alquiler de pianos.
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