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Tribuna:ESTRENO DE 'EL PÚBLICO'
Tribuna
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La presentación española de una obra imposible'

Esta obra de Lorca, iniciada en Nueva York en 1929, y, concluida, en un primer borrador, el 22 de agosto de 1930, no ha sido aún estrenada en España, aunque sí en otros países, como Alemania, Suiza, Austria, Polonia, y también en Puerto Rico y Nuevo México.Las razones que han provocado esta circunstancia son de diversa índole. Unas, de carácter externo a la propia obra, como la anterior situación política, o la no publicación de la totalidad de su manuscrito hasta 1976 por Rafael Martínez Nadal; y otras, derivadas de las características intrínsecas de la pieza. En ella se conjugan, tal vez como en ninguna otra de sus creaciones teatrales, un gran atrevimiento temático con un acusado vanguardismo formal, lo que llevó a Lorca a reconocer la dificultad de su representación. "El público no se ha estrenado ni ha de estrenarse nunca, porque... 'no se puede' estrenar".

Sin embargo, esta afirmación del autor estaba motivada fundamentalmente por el contenido de la obra, donde Lorca plantea dos temas esenciales. Por -un lado, la necesidad de hacer un tipo de teatro que frente a la escena convencional, aquí deriominada "teatro al aire libre", fliese capaz (le "levantar el techo" del drama y llevar la verdad al escenario, reivindicando con ello un nuevo teatro, "teatro bajo la arenW', buscado igualmente por otros muchos autores del imomento, como Pirandello, Brecht, Unamuno, o los superrealistas franceses. Y, por otra par-te, el pretender dar forma a través de un "dificilísimo juego poético" a unaverdad íntima, presentando así .el perfil de una fuerza oculta". De este modo, y de manera semejante a lo que sucede en El gran teatro del mundo de Calderón, Lorca unía en esta pieza la reflexión sobre el hecho teatral a una preocupación esencial para el autor, pues %es que Romeo y Julieta tienen que ser necesariamente un hombre y una mujer para que la escena del sepulcro se produzca de manera viva y desgarradora?".

Para objetivar esta temática, García Lorca construye un drama extremadamente complejo, donde el mundo objetivo casi desaparece para dejar paso al universo íntimo del autor, expresado en el teatro bajo la arena. Sólo en tres de los seis cuadros de que consta la obra (I, V y VI) encontramos breves referencias a lo ocurrido en el mundo objetivo: planteamiento en el despacho del Director de si es o no posible representar el verdadero teatro, dejando con ello de "engañarnospara que todo siga igual" (cuadro l); cambio durante la representa ción de la obra de Shakespeare Romeo y Julieta, de la actriz que representaba este último papel por un muchacho de 15 años (cuadro V), lo que provoca las iras del público, que mata a casi todos los actores. Y, por último (cuadro VI), vuelta al despacho del director, donde éste y el Prestidigitador reflexionan sobre la necesidad o no de correr "la cortina a tiempo", haciendo que de ese modo el teatro muestre sólo lo conveniente.

Bajo la arena

El resto de la obra pertenece al teatro bajo la arena, en el que la línea argumenta¡ se quiebra en un simultaneísmo de acciones, y los personajes sufren continuas transformaciones como expresión de los diferentes aspectos que puede adquirir esa "fuerza oculta", verdadera protagonistade la obra. Todo parece responder a estas coordenadas interiores, según las cuales la figura de pámpanos y la de cascabeles, del cuadro 11, serían la objetivación del juego amoroso entre Enrique y Gonzalo, trasuntos, a su iiez, del Director y el Hombre 12.

Al mismo tiempo, Enrique, el Desnudo Rojo (de claras connotaciones cristológicas) y el personaje de Julieta de la obra de Shakespeare, estarían íntimamente ligados por ser la manifestación, bajo diferentes facetas, de un auténtico y único sentimiento amoroso, como así lo demuestra el canto del ruiseñor (símbolo en Lorca de una muerte de arnor) que se oye durante la desaparición de estos tres personajes.

Bajo este prisma interior, el complejo mundo de El público, cercano en muchos aspectos L SU obra en verso Poeta en Nueva York -y en el que aparecen entremezcladas resonancias tan diversas como las de Orfeo de Cocteau, el Fausto de Goethe, o el vanguardismo formal de los superrealistas franceses-, se ordena por sí mismo, adquirierido una aplastante coherencia ¡ni-erna, donde se manifiesta con total plenitud ese Federico García Lorca introspectivo, complejo y culto, que representa una de las grandes contribuciones de nuestra literatura. Consideremos, pues, en lo que significa el esi reno de esta ora, aunque aún no podamos disfrutar de su texto en nuestros escenarios.

María Clementa Millán es doctora en Lit eratura Española por la universidad Complutense de Madrid y por la universidad de Harvard (EE UU).

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