Carlos Marx ¿era judío?
Francisco Umbral, en su artículo de la serie Guía irracional de España titulado El español y 'lo judío', publicado en EL PAÍS el 6 de octubre, escribía en el segundo párrafo: "Los judíos necesitaban un Hitler para estar recordando eternamente a la humanidad que el hombre no es bueno, que la especie se extermina a sí misma, que la guerra de razas no es sino una variante folklórica e interesada de la verdadera guerra: la guerra o lucha de clases, diagnosticada por un judío, Karl Marx".Un lector, identificado por el ombudsman, pero que prefiere mantener su anonimato, nos escribe y señala con datos suficientes que Carlos Marx no era judío: "Carlos Marx no era judío. Su padre, Hirsichel Marx, era un rico abogado de Tréveris, puerto fluvial alemán a orillas del Mosela, que se convirtió al cristianismo, y fue un feliz feligrés del protestantismo. Carlos Marx, bautizado y confirmado en la iglesia evangélica, se casé a los 25 años, también en la iglesia evangélica, con Jenny von Westphalen. Autor de un libro titulado La cuestión judía, en el cual afirma que el dinero es la raíz de todos los males; que los judíos poseen el dinero y, por ende, el judaísmo debe ser aniquilado. En ese ensayo se lee: 'No sólo en el Pentateuco y en el Talmud, sino también en la sociedad contemporánea, encontramos la verdadera naturaleza del judío, tal como es actualmente, no en abstracto, sino en un modo empírico, no sólo como una limitación impuesta al judío, sino corno una limitación judía impuesta a la sociedad'. En la conclusión final dice: 'El judío se hace imposible'. Marx escribió que la religión era el opio de los pueblos, célebre frase que sigue dando la vuelta al mundo. Consecuencia: Marx no era judío".
Francisco Umbral, al conocer la opinión de este lector, se muestra contrariado y le responde: "Marx era judío de sangre y de raza. La bibliografía mundial sobre él así lo prueba. El que su padre se convirtiese al cristianismo es un incidente banal/biográfico que no cuenta. Ni el bautizo ni la confirmación imprimen carácter. Son pantomimas. El que Marx analizase lúcida y críticamentir la cuestión judía sólo prueba que era un genio capaz de funcionar con su inteligencia por encima de su biología. Su inteligencia no era un rehén de su cuerpo ni de su raza. Las citas al respecto que hace nuestro objetor son tópicos. Consecuencia: Marx era judío. Y quizá su antijudaísmo se incluía en su judaísmo.'"
El 14 de marzo de 1983, EL PAÍS publicó un suplemento de dieciséis páginas donde una veintena de autores reflejaban en sus artículos la personalidad de Carlos Marx, uno de los pensadores de mayor trascendencia en la historia moderna. En estas páginas sólo se hace mención a su origen en uno de los artículos, firmado por Eloy Terrón, que escribe en, su trabajo titulado Su vida: "Marx procedía de una familia judía de profesionales de clase media, abuelos rabinos y el padre de ideas liberales, que se convirtió al protestantismo"
En la biografía escrita por Enrique Tierno Galván se señala que Carlos Marx: "Hijo de judíos, de un antiguo e ilustre linaje de judíos, nació en el seno de una familia que, por razones de crítica intelectual y por motivos de necesidad inexcusable, ni practicaba los ritos ni creía en las doctrinas religiosas del judaísmo.El padre de Marx se hizo cristiano sin ningún esfuerzo"
La Enciclopedia Internacional de Ciencias Sociales señala sobre este tema: "Los padres de Marx eran judíos, pero por razones sociales se convirtieron al cristianismo. El conocimiento de su ascendencia étnica provocó en Marx una toma de conciencia que quizá fuera el origen de su sentimiento de marginado, de su ambivalencia hacia la sociedad y, finalmente, de sus calidades dispares de pensador y profeta, de científico y moralista".
Normalidad escolar en Móstoles
El curso escolar en la periferia de Madrid se abrió con dificultades. EL PAÍS siguió durante semanas la información de los problemas que afectaban a Móstoles. El pasado 9 de octubre, en la página 27, la sección de Madrid titulaba a dos columnas: "6.000 niños continúan sin clases en Móstoles, según el secretario de la fe deración de padres". Aunque en la firma del periódico figuraba EL PAÍS, Madrid,el reportaje había sido escrito por el subjefe de la sección de Madrid, Javier Martín, quien telefónicamente recogió los datos suministrados por el secretario de la federación de padres de Móstoles, José Luis Lapido.
Los datos reflejados no eran correctos, según señalan en una carta los directores de los institutos de bachillerato de Móstoles, que puntualizan: "En contra de la información de EL PAÍS, en Móstoles no son seis los institutos de bachillerato, sino sólo cinco. Es rigurosamente falso que en la fecha de la noticia 'ninguno de los seis institutos haya comenzado a funcionar'. El IB Juan Gris comenzó las clases el día 1 de octubre; el IB Manuel de Falla las comienza el día 10; el IB Manuela Malsaña, el día 6; el IB número 5, el día 8. Los retrasos en el comienzo de las clases han sido debidos a que la Dirección Provincial del Ministerio de Educación y Ciencia ha tardado en asignar el profesorado correspondiente. El IB número 4 no ha comenzado sus clases todavía por falta de locales y profesorado". Juvier Martín reconoce que: "Las declaraciones de Lapido exageraron el problema de la escolarización de Móstoles. Los datos que aporta la carta de los directores son exactos y, por tanto, las declaraciones de Lapido no lo son tanto".
En la actualidad, los problemas principales parecen haberse resuelto, según declaraciones posteriores de Pilar Lucendo), delegada provincial de Educación. En la información del pasado 9 de este mes, Javier Martín olvidó contrastar la información que le daba el secretario de la federación de padres para evitar innecesarios errores.
Inestabilidad en el tiempo
La inclemencia otoñal de las nubes ha descargado también chaparrón sobre la sección de El tiempo de EL PAÍS. Agustín Gil es un lector de Zaragoza que subraya los errores aparecidos el pasado 24 de septiembre. J. L. Ron firmaba en la página 36 las previsiones meteorológicas, y al referirse a Cataluña escribía: "Podrá producirse algún chubasco de nieve en los macizos de la Maladeta, Posets y Monte Perdido". La realidad es que Monte Perdido pertenece a Huesca, así como el Posets, pico en los Pirineos oscenses de 3.367 metros, llamado también Lardana. En el caso de la Maladeta el error es menor, puesto que los llamados Montes Malditos, importante macizo orográfico de los Pirineos españoles, si bien se conocen principalmente por pertenecer a la provincia aragonesa de Huesca, sus estribaciones orientales penetran en Cataluña.
J. L. Ron lamenta sus errores y se justifica: "Los he cometido en parte por el interés en afinar las altitudes de las montañas donde se podría producir algún chubasco de nieve".
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