El Centro de Arte Reina Sofía funcionará parcialmente durante cuatro años

El diseño definitivo del Centro de Arte Reina Sofía no será decidido antes de cuatro años, según asegura Miguel Satrústegui recientemente nombrado director general de Bellas Artes del Ministerio de Cultura y máximo responsable del centro. Hasta entonces no dispondrá de configuración administrativa ni de director. Mientras estas incógnitas se resuelven, el ministerio invertirá en 1987 un total de 1300 millones de pesetas destinados a obras para proseguir con la recuperación total del edificio. EI centro abrió la temporada ayer con una exposición dedicada a Julio González.

El Centro de Arte Reina Sofía fue inaugurado el mes de mayo, y presentado por los responsables del Ministerio de Cultura como el equivalente español del Beaubourg francés. Después de un verano en el que los escasos visitantes del edificio salían sorprendidos por la ausencia de programas de exposiciones o cualquier otra actividad artística, el centro reabre sus puertas con una exposición de escultura de Julio González. y las mismas incógnitas que acompañaron su pomposa inauguración.Sin embargo, en opinión de Miguel Satrústegui, la solución de estas incógnitas no constituye un problema para el funcionamiento de este centro. Mientras que, por un lado, asegura que no hubo precipitación en su inauguración, afirma que el diseño definitivo deberá hacerse con el consenso de los especialistas y, en especial de los directores, conservadores y patronato del MEAC y del Prado.

Colección permanente

El plazo de cuatro años para resolver el futuro del centro obedece a las dificultades existentes para la creación de la colección permanente del museo. Miguel Satrústegui afirma que los responsables del Ministerio de Cultura tienen la voluntad de que el Reina Sofía ofrezca una completa colección permanente de arte contemporáneo junto a una muestra de lo último que se hace en el campo de las artes plásticas.Las obras y artistas que engrosarán esa primera colección deberán de resolverse legalmente ya que, en opinión del director de Bellas Artes, existe una gran confusión en tomo a la titularidad de algunas de estas obras, problema que afecta especialmente a los fondos del MEAC y del Prado.

"El primer asunto que tenemos que resolver", afirma Satrústegui, "es hacer una clara separación entre las colecciones estatales de los siglos XX y XIX. El MEAC procede de un museo formado en 1894 y que por su fecha de fundación incluía sobre todo fondos del siglo XIX, a los que se fueron agregando, poco a poco, piezas del siglo XX, por un mecanismo poco selectivo y con poca planificación. La mayor parte eran las obras premiadas en los concursos nacionales y, en consecuencia, no había demasiada selección. Luego, no hay que olvidar la catástrofe que supuso la guerra civil y el franquismo. En resumen, los fondos de ese museo eran de los siglos XIX y XX, aunque en 1951 se intentó separar y hacer uno para el siglo XIX y otro para el siglo XX. Finalmente, en 1975, se decidió enviar la pinacoteca del siglo pasado al Casón del Buen Retiro, sin que el deslinde entre las colecciones fuera real".

Decisión política

Satrústegui afirma que los directores y patronatos del MEAC y del Prado son conscientes de la confusión reinante en tomo a la división de las colecciones y añade que se necesita una decisión política para aclarar este conflicto. Esta decisión a la que se refiere Satrústegui permitiría resolver problemas tales como el pase del mural Guernica, de Pablo Picasso, al Reina Sofía.Mientras este problema se resuelve, el centro abre la temporada con las mismas salas de exposiciones del pasado año, una librería especializada en arte moderno, una cafetería y una sala de prensa.

Se anuncia, sin plazo, que pronto empezarán las actividades musicales para que los 20.000 metros cuadrados útiles del centro puedan ser rentabilizados. Para el uso total habrá que esperar más de cuatro años.