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Afgainstán invita a más de 100 periodistas para que vean la retirada parcial soviética

Pilar Bonet

El Gobierno afgano ha organizado un gran despliegue publicitario para presentar a la opinión pública internacional el inicio de la retirada parcial de las tropas soviéticas que se encuentran en el país desde 1979 y que comenzarán a abandonar Afganistán mañana. Seis helicópteros que lanzaban bengalas de magnesio para desviar cohetes que eventualmente lanzase la guerrilla, recibieron ayer en el aeropuerto de Kabul al avión de Aeroflot que conducía desde Moscú a un numeroso grupo de periodistas, corresponsales en la capital soviética, que habían sido invitados por el Gobierno afgano.

Más de 100 periodistas, entre ellos la corresponsal de EL PAÍS, observaron el lanzamiento de bengalas en el marco estrictamente vigilado y delimitado establecido por las autoridades afganas y. soviéticas. Este grupo de periodistas, entre corresponsales occidentales, soviéticos y de otros países del Este, es el más grande que ha Viajado hasta ahora a Kabul.El programa de retirada parcial de las tropas soviéticas fue anunciado en VIadivostok por el máximo dirigente de la URSS, Mijail Gorbachov, a finales de julio. El plan prevé la salida de seis regimientos (uno de carros de combate, dos de infantería motorizada y tres antiaéreos) hasta finales de este año. Este conjunto hace un total de 8.000 hombres del contingente de 115.000 soldados soviéticos que, según fuentes occidentales, tiene la URSS en Afganistán.

El aeropuerto de Kabul y la carretera que llega hasta la capital (unos 10 kilómetros) aparecían ayer como una zona militarizada ante los ojos de los corresponsales occidentales, de países del Este y periodistas soviéticos invitados. Soldados afganos de uniforme gris y metralleta en ristre estaban apostados a lo largo de la ruta, por donde paseaban mujeres totalmente cubiertas y tocadas con chador. Vehículos militares soviéticos aguardaban en algunos de los cruces de la carretera, donde el tráfico había sido cortado para dejar pasar el convoy de informadores.

Observación directa

La presencia soviética era visible en la ciudad a través de los letreros escritos en ruso sobre trozos de tela donde se leían mensajes de amistad hacia las tropas soviéticas. Estos letreros coexistían con otros más antiguos en inglés. El programa para los periodistas comprende la observación de la retirada desde tres puntos a lo largo de tres días, y comienza mañana. El primer punto de observación, según anunció ayer el viceministro del Exterior, Sarwar Yoresh, es el aeropuerto de Kabul. El programa permite hablar con los soldados soviéticos, según explicó el funcionario. Un reciente artículo publicado en el órgano oficial del Partido Comunista soviético, Pravda, señalaba que la retirada no pondrá en peligro los intereses de la seguridad de la URSS.

A las diez de la noche entra en vigor en Kabul el toque de queda, que concluye a, las tres de la madrugada. El hotel donde han sido alojados los periodistas, el lujoso Intercontinental, que se encuentra sobre una colina cerca de la cual hay una torre de vigilancia, se halla fuertemente custodiado. Los informadores no podían ayer salir del hotel. Helicópteros y centinelas vigilaban la noche de Kabul. Todas las entradas están vigiladas y en los accesos se cachea a los que llegan. A pocos kilómetros de la ciudad se encuentra la resistencia.

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Sobre la firma

Pilar Bonet
Es periodista y analista. Durante 34 años fue corresponsal de EL PAÍS en la URSS, Rusia y espacio postsoviético.

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