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FRACASO EN REIKIAVIK

Gorbachov arremete, contra Ios planes de Reagan de probar "armas reales" en el espacio

ENVIADO ESPECIALEl líder soviético, Mijail Gorbachov, afirmó ayer que sólo la determinación del presidente de Estados Unidos, Ronald Reagan, de probar en el espacio "armas reales" relacionadas con la Iniciativa de Defensa Estratégica (SDI) impidió que en la cumbre de Reikiavik se alcanzara un acuerdo histórico sobre control de armamentos nucleares.

Gorbachov, que dijo que Reagan no es libre", ya que "está presionado por la industria armamentista" de su país, habló en un momento de "fracaso" de la reunión y dijo que "la situación es dramática".

Pero luego afirmó que se ha ganado en experiencia, que se sentía esperanzado y que el diálogo debe proseguir incluso con la actual Administración norteamericana. Añadió que las propuestas de desarme que hizo ayer siguen sobre la mesa.

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Tras señalar que había promovido la reunión de Reikiavik porque "las esperanzas de cambios en la situación internacional" concebidas en su anterior encuentro en 1985 en Ginebra "habían comenzado a desvanecerse" y porque se está "en un callejón sin salida, a las puertas de una nueva carrera de armamentos que puede tener consecuencias imprevisibles, militares y políticas", Gorbachov hizo un resumen de las conversaciones de estos últimos días.

Reducción de armamentos

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Gorbachov explicó que las dos partes habían llegado a acuerdos sobre control de armamentos, pero que todo se vino abajo como consecuencia de divergencias relacionadas con la guerra de las galaxias. Los puntos de acuerdo eran los siguientes:

1. reducción de un 50% aplicable a cada uno de los tres sectores de armamentos estratégicos que tienen las superpotencias (misiles intercontinentales, misiles lanzables desde submarinos y bombarderos estratégicos).

2. Desmantelamiento de todos los euromisiles, sin ninguna condición sobre las fuerzas nucleares de Francia y el Reino Unido. La URSS se quedaría con 100 cabezas nucleares para cohetes de alcance intermedio orientados a Asia; Estados Unidos podría retener otras tantas en su territorio.

Como condición de estos compromisos, Gorbachov propuso el reforzamiento de los sistemas de verificación y del tratado sobre sistemas antimisiles balísticos (ABM), durante el período de desarme, con objeto de que nadie pudiera utilizarlo en beneficio propio.

Las dos partes deberían renunciar a su derecho a retirarse de dicho tratado durante 10 años y a no desarrollar ni probar durante ese tiempo armas antimisiles, "de manera que durante ese período sólo fuera factible la investigación de laboratorio", dijo el líder soviético, que añadió: "Creo que esas investigaciones deberían bastar al presidente norteamericano para saber si la SDI es algo o no".

Ahí empezó la lucha entre dos concepciones de la política mundial. El presidente de Estados Unidos sostiene que tiene derecho a probar la SDI incluso en el espacio. "Sólo un loco podría haberlo aceptado. Veo a los locos en los hospitales, pero no en la política", afirmó Mijail Gorbachov.

"Le dije al presidente", explicó el líder soviético, "que no me preocupa en absoluto la SDI [en tanto que sistema global de defensa] porque pienso que ni siquiera en Estados Unidos cree ya nadie en ella. El principal peligro de la SDI es político, ya que suscita una situación de desconfianza y de sospechas, y en ese ambiente no puede haber reducción de armamentos. Porque, además, la SDI puede dar pie al desarrollo de nuevas armas [ofensivas] y esto es peligroso desde el punto de vista militar". "¿Y ahora qué haremos?", se preguntó Gorbachov. "Estados Unidos seguirá existiendo, es una realidad. La Unión Soviética es una realidad y seguirá siéndolo".

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