Cabezas bien hechas

En la escuela pública los niños son felices, pero no saben nada. Ésta parece ser la idea central de una columna firmada por Vicente Verdú y publicada en su periódico el pasado día 17; a la misma se añadía el interrogante de si los nuevos intentos ministeriales van a enseñar algo más a los niños o lograrán el fin de hacerles todavía más felices.Volvemos con la columna Escuela a una vieja concepción de la enseñanza, cuyo objetivo principal es llenar de conocimientos y saberes las cabezas vacías. Hace años que muchos profesionales de la EGB en la escuela pública hemos comprendido que lo importante no son las cabezas bien llenas, sino las cabezas bien hechas.

En lo que respecta a la EGB, que es lo nuestro, somos muy conscientes de que lo que aprenden nuestros niños con alegría (posiblemente porque se sienten tratados como seres humanos en construcción y desarrollo, y no como recipientes vacíos) está muy lejos de lo que algunos padres, profesores y sectores de la sociedad consideran aprendizaje.

Tenemos en nuestras manos parte de los cimientos del pensamiento lógico-formal de nuestros alumnos, y por muchas críticas y presiones que recibamos no vamos a castrarlo. No enseñaremos las tablas de multiplicar de memoria porque no les sirven más que para aplicar trucos y mecanismos no comprendidos. Es como si les pidiéramos que repitieran: "Alilla, alberjara mulame majalu". Cualquiera puede llegar a leerlo y repetirlo sin entender nada.

Es imposible exponer aquí toda la concepción y metodología del aimendizaje de la operatividad en el ciclo inicial y medio que seguirnos en nuestra escuela pública, pero hace tiempo que muchos de nosotros sabemos que adquiriendo las nociones numéricas elementales el niño construye su pensamiento lógico, es decir, elabora un conocimiento del más alto nivel de generalización.

En cuanto a la evidente afición del señor Verdú por las ciencias sociales, la capital de Portugal y el río Ebro, compartimos su pasión y entusiasmo; y aunque esimposible resumir aquí las líneas básicas de una moderna concepción del aprendizaje de las ciencias sociales, sí podemos afirmar que el señor Verdú sigue añorando su antigua escuela. Es claro que quisiera volver a la concepción del sujeto de aprendizaje como receptor de un conocimiento recibido desde fuera y no como productor de su propio conocimiento.-

y 25 firmas más. ProfePasa a la página 14

Viene de la página 13

sores del Colegio de EGB Cardenal Herrera Oria.