Un filme de John Carpenter inaugura el Festival de Cine de Sitges
El filme Golpe en la pequeña China, traducción no demasiado afortunada de Big trouble in little China, de John Carpenter, inauguró el viernes multitudinariamente el Festival de Cine Fantástico de Sitges. La película es una mezcla de géneros, entre terror -en su especialidad exotismo oriental- y fantástico, todo aderezado con abundantes y artificiosos efectos especiales que acaban por convertirse en protagonista no deseado. Pero lo más destacado de Sitges 86, al menos en sus inicios, es la pintoresca voluntad de figurar en el libro Guiness de récords absurdos, acogiendo la mesa de almuerzo más larga jamás vista: tres kilómetros. Encabezándolo todo, Jordi Pujol, el presidente de la Generalitat de Cataluña.
Espíritus de otra sensibilidad dedicaron la jornada a repasar El hombre del cráneo rasurado, la formidable película de André Delvaux, en blanco y negro e inquietante y angustiosa como ninguna.
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