La organización del concierto de Sinatra denuncia a la Sociedad de Autores

El Juzgado de Instrucción número 33 de Madrid ha aceptado a trámite la denuncia por supuestas coacciones presentada en el juzgado de guardia por los organizadores del concierto de Frank Sinatra contra la Sociedad General de Autores (SGAE), según informaron las dos partes. Sinatra cantará en el estadio Santiago Bernabéu de Madrid el jueves 25.La denuncia fue presentada, según informó el jefe de la asesoría jurídica de la SGAE, Antonio Delgado, después de que los técnicos de este organismo exigieran garantías de que serían abonados los derechos de autor correspondientes al concierto, y que podrían ascender a unos 40 millones de pesetas. No aceptaron las ofrecidas por los organizadores en representación de Arsenio Marcos Rodríguez, promotor del espectáculo. Para la SGAE, explicó Delgado, éstas eran insuficientes, y pedían una organización fuerte como, por ejemplo, El Corte Inglés, que vende en exclusiva las entradas.

Según cálculos de la SGAE, la recaudación del concierto puede ascender a unos 400 o 500 millones de pesetas. La tarifa por derechos de autor para este tipo de conciertos es del 10%, es decir, unos 50 millones de pesetas.

Federico del Castillo, abogado de la organización del concierto, explicó que ésta presentó el 11 de septiembre, ante la SGAE, 64.518 entradas para su perforación y taquillaje. Así lo hizo la SGAE, que realizó dos actas de entrega, vista la gran variedad de precios. Cuando días más tarde la organización quiso sellar otras 5.000 entradas, la SGAE exigió el pago previo o las garantías de pago -unos y otros difieren sobre el matiz- de 40 millones de pesetas. Para los organizadores, la petición es inhabitual e inaceptable por cuanto se exige un pago previo a la percepción de beneficios. "Es una suerte de chantaje", dijo Del Castillo. Pese a un requerimiento contrario de la SGAE al Gobierno civil de Madrid, El Corte Inglés y el Real Madrid, las entradas seguían vendiéndose. Del Castillo negó que en el contrato figure la cláusula de que Sinatra no cantará si no se llena el aforo.