Cinco muertos y 61 heridos al estallar otra bomba en unos grandes almacenes de París
LLUIS BASSETS Un nuevo atentado, de mayores efectos devastadores que los realizados en las últimas semanas y en el que se han producido cinco muertos y 61 heridos, se registró ayer en la calle de Rennes, en París. Apenas 48 horas de tregua se han dado los terroristas para actuar de nuevo, esta vez en los almacenes Tati, propiedad de una familia judía de origen tunecino que vende mercancías baratas a una clientela popular, entre la que se cuentan muchos magrebíes y africanos.
Significativamente, ayer se dio a conocer una carta firmada por más de 50 personalidades de origen magrebí, dirigida a Georges Ibrahim Abdala, en la que se exige el cese de las matanzas de inocentes, que, según su parecer, perjudican precisamente a la población de origen norteafricano.Cada uno de los últimos atentados se ha producido inmediatamente después de alguna declaración o de la publicación de alguna medida del Gobierno, desde el del lunes 8 de septiembre, en la alcaldía de París, a la misma hora en que el jefe del Gobierno y alcalde de la capital. se reunía con el Consejo de Seguridad, hasta el del lunes 15, en la Prefectura de Policía, el mismo día en que empezaban a aplicarse las últimas medidas antiterroristas.
La bomba de ayer destrozó prácticamente toda la planta baja de los grandes almacenes y provocó daños en las tiendas y edificios de las inmediaciones. Tati está situado en una de las zonas más populosas de París, muy cerca de Montparnasse y al lado mismo de unos grandes almacenes de discos y libros. El miércoles por la tarde, día de media fiesta escolar, la calle Rennes experimenta el momento de mayor afluencia de público de toda la semana. Entre las víctimas del atentado de ayer se cuentan varios niños.El control y los registros en Tati eran evidentes desde el lunes, al igual que en los vecinos almacenes, uno de los lugares donde se temía un atentado. Una de las versiones facilitadas por testigos presenciales supondría que la bomba no fue emplazada en un lugar determinado, sino lanzada a punto ya de estallar desde un coche negro marca BMW por dos hombres con bigote que se dieron a la fuga inmediatamente. Otra de las versiones, en cambio, indicaría que la bomba estaba situada dentro de un cubo de basura en la misma planta baja del edificio.
Aunque la policía no ha facilitado más detalles sobre este extremo, se sabe que la explosión se produjo a ras de suelo, ocasionando numerosas heridas en las extremidades inferiores de los viandantes y clientes de la tienda.
Declaración de Mitterrand
El primer ministro Jacques Chirac convocó inmediatamente el Consejo de Seguridad Interior y se mantuvo en contacto telefónico con el jefe del Estado, François Mitterrand, que se encuentra en viaje oficial en Yakarta, capital de Indonesia, desde donde hizo una declaración en la que afirmó que "Francia no sería paralizada por el terrorismo". Varios dirigentes políticos y sindicales reaccionaron. también ayer por la tarde, en algunos casos, como Edmond Mahre, secretario general del sindicato CFDT, con explícitos llamamientos a la defensa de la democracia.
La policía dio a conocer el hallazgo de un depósito de armas (40 kilos de explosivos, 10 granadas y varios metros de detonador) en la región parisina. También se ha anunciado la detención en una estación de metro de una persona que era portadora de un dispositivo de detonación de bombas.
El nuevo atentado coincide con la campaña policial sin precedentes para detener a dos libaneses, Robert e Ibrahim Abdala, que con estos atentados estarían tratando de conseguir la liberación de su hermano, Georges Ibrahim Abdala, presunto líder de las Fuerzas Armadas Revolucionarias Libanesas, encarcelado en Lyón. Los dos hermanos Abdala, buscados por la policía francesa, desmintieron ayer su implicación en estos, hechos en una conferencia de prensa realizada en Trípoli (Líbano), en la que afirmaron "estar a disposición de la justicia libanesa, francesa e internacional".
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