El Gobierno teme que la falta de higiene multiplique los casos de SIDA entre los drogadictos
Doscientos drogadictos mueren anualmente en España, según datos estadísticos sanitarios. Ésta cifra de mortalidad puede multiplicarse por 10 durante los próximos cinco años a consecuencia del crecimiento del síndrome de inmunodeficiencia adquirida (SIDA) en la población española adicta a las drogas, según previsiones de la Administración. No obstante, este índice de aproximación tiene un carácter relativo, pues la incidencia del síndrome puede variar en función de diversos factores, entre ellos, las medidas preventivas que se adopten.
Tanto en la Organización Mundial de la Salud (OMS) como en el Gobierno español -concretamente, en los departamentos responsables de la asistencia sanitaria en materia de droga- existe una gran preocupación por el previsible incremento de la tasa de mortalidad que se producirá en España, en los próximos años, entre la población drogadicta a causa del síndrome de inmunodeficiencia adquirida (SIDA), según fuentes sanitarias oficiales.Fuentes próximas a la subdirección médica del delegado del Gobierno para la droga en España admiten que la tasa actual de mortalidad en la población drogadicta puede mulplicarse hasta por 10, según los estudios más pesimistas entre las estimaciones realizadas sobre la curva sanitaria de los próximos cinco años, si las circunstancias no varían. Fuentes sanitarias indican a este respecto que la OMS considera el SIDA como el mayor problema sanitario de la Población drogadicta.
En España fallecen, en la actualidad, 200 drogadictos al año, según datos estadísiticos sanitarios. Una cuarta parte de esta cifra se registra en Madrid.. Las principales causas de mortalidad en este grupo poblacional son, hasta ahora, sobredosis de droga, hepatitis y endocarditis. El número de fallecimientos anuales de drogadictos en España podría llegar a ser de unos 2.000, si no cuajan determinadas medidas para contrarrestar la incidencia del SIDA.
La hepatitis se produce mayoritariamente por contagio del virus a través de las jeringuillas con las que se inyectan los estupefacientes, usadas con frecuencia de forma común por los heroinómanos. Por esta circunstancia, los adictos a las drogas componen una población de alto riesgo para contraer el SIDA.
La endocarditis está producida por infección, en buena parte por el manejo de las sustancias con que los traficantes ilícitos adulteran la droga -en especial la heroína-, con el fin de obtener mayores beneficios económicos. Tanto la heroína blanca o níquel black (níquel negro), como la brown sugar, (azúcar moreno) sufren adulteraciones (añadidos, cortes), aunque esta práctica se realiza principalmente con la segunda. La molécula de la heroína es más pesada que la de la morfina, por lo que de un kilo de ésta se obtienen 1,2 kilos de aquélla.
La níquel black se obtiene por medio de la acetilacción de la morfina. Es un procedimiento sencillo, que puede realizarse en una cocina casera, pero resulta costoso y sofisticado en la fase previa de extracción de la morfina del látex -secreción de tipo gomoso- de la planta adormidera opiácea.
La brown sugar le consigue por el mismo procedimiento, pero no a partir de la morfina, sino del opio bruto, por lo que es más impura -y a ello debe su color marrón- Los traficantes necesitan diluirla, y para ello usan diversas sustancias, como talco, azúcar, lactosa y glucosa. Estos productos, inyectados en vena, originan oclusiones y, con frecuencia, infecciones por la contaminación que se produce en su manejo, que originan endocarditis en el drogadicto. Las radiograflias orgánicas de heroinómanos que han consumido heroína tratada con talco presentan sus órganos (venas, pulmones, corazón) como enyesados.
La brown sugar tiene buena aceptación en el mercado de la droga -la heroína que se consume en España es de este tipo, entre un 60% y un 70% del total- porque, a pesar de la impureza de sus cortes, es evidente su directa procedencia de la planta del opio.
Medidas preventivas
Todos estos problemas sanitarios de la droga quedan empequeñecidos ante el riesgo del SIDA para la población drogadicta. Según la OMS, "este peligro esde mucha mayor importancia sanitaria y social que el de las otras causas de mortalidad". Fuentes oficiales explican sobre este asunto que "una medida capital para la prevención de este riesgo (el del incremento del SIDA en la población drogadicta) es la educación sanitaria, principalmente de higiene". Estas campañas se realizan en especial a través de los centros asistenciales, apuntan las mismas fuentes informativas; "pero el principal obstáculo es la reticencia de los propios drogadictos, que no suelen tomar muy en consideración las recomendaciones que se les hacen".
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