Arqueólogos franceses aplican tecnología del espacio para estudiar las cámaras secretas de la pirámide de Keops
Arqueólogos franceses tomarán, a comienzos de esta semana, las primeras fotografías de las cámaras descubiertas en la gran pirámide de Keops, que han permanecido cerradas desde su construcción, hace 4.700 años. Las cuatro nuevas cámaras, descubiertas hace dos años mediante técnicas de gravimetría por dos arquitectos franceses, serán fotografiadas a través de los muros sellados, según anunció el equipo arqueológico, sin alterar el medio ambiente que encierran, por lo que se ha calificado la operación de verdadera fotografía del pasado. Las sondas fotográficas llevan un sistema de recogida de muestras de la atmósfera similar al utilizado por la nave espacial Wikng II, que impedirá la entrada de aire a las cámaras.
Los arqueólogos, que hace una semana instalaron los primeros equipos en el interior del pasadizo que conduce a la denominada Sala de la Reina, abrirán cuatro pequeños orificios de pocos milímetros de diámetro para introducir conductores de fibra de vidrio unidos a diminutas cámaras fotográficas, según explicaron.Esto permitirá descubrir el contenido de estas cámaras funerarias que nunca fueron violadas como las otras que encierra la gran pirámide y que, según sospechan, pueden contener el mobiliario del rey Jufu (Keops), cuya momia, por otra parte, jamás ha sido encontrada.
De resultar cierta esta hipótesis, afirman arqueólogos egipcios, esta semana se podría asistir al mayor descubrimiento de la egiptología, aún más que la apertura de la tumba de Tutankamon en 1922, por cuanto Keops fue uno de los más importantes faraones en el imperio antiguo y, por tanto, uno de los que acumularon mayores riquezas.
Según se anunció en El Cairo, las sondas fotográficas que utilizará el equipo de arqueólogos portarán un sistema de recogida de muestras de la atmósfera similar al utilizado por la nave espacial Wiking II que impedirá la entrada de aire desde el mundo exterior a las descubiertas cámaras cuando éstas sean fotografiadas.
De esa forma, explican los especialistas, se podría conocer la composición del aire tal como era hace casi 5.000 años, e incluso datos importantes sobre la biología de la época por medio del polen atrapado por los conductores de la gran pirámide.
Las mismas fuentes afirman, sin embargo, que es muy escasa la probabilidad de encontrar en una de las cuatro nuevas cámaras el cuerpo momificado del faraón. Según la mayoría de los egiptólogos, Keops pudo no ser enterrado en la gran pirámide, y que ésta sirviera como morada de su kaa, el doble incorpóreo del faraón muerto, ya divinizado.
La entrada, en octubre
Las autoridades egipcias, por medio de la Dirección de Antigüedades, anunciaron que, tras la toma de las primeras fotografías y de las muestras de aire con las cámaras selladas, se decidirá si se procede o no a su apertura en el próximo octubre horadando el muro que las separa del gran corredor.Si se hace de esta forma, las cámaras quedarán abiertas a los tres años de que los arquitectos franceses anunciaran su descubrimiento después de sus estudios sobre las diferencias gravitacionales de la gran masa de piedra, que quedan explicadas con la presencia de estos huecos interiores. La gran pirámide de Keops, nombre helenizado por Herodoto del faraón Jufu, el segundo de la cuarta dinastía, es la mayor del complejo de Giza, al oeste de la actual capital egipcia, donde se encuentran también las de Kefren y Micerinos (sus herederos) y otras seis más pequeñas para familiares y nobleza.
Actualmente, la gran pirámide de Keops mide 137 metros de altura, 9,6 metros menos que cuando fue construida, debido a la erosión eólica y a la utilización de su cubierta calcárea para la construcción de iglesias y mezquitas en Egipto.
Hasta hace dos años, sólo tres cámaras habían sido descubiértas en la gran pirámide, pero ya saqueadas por los ladrones de tumbas pocos siglos después de su construcción: una subterránea, que nunca se llegó a utilizar debido a las filtraciones de agua del Nilo; la Cámara de la Reina, a 21 metros desde la base, y la Cámara del Rey, a 43 metros.
La gran pirámide de Keops ha perdido toda su cubierta calcárea (la de Kefren posee aún una parte en su cúspide), y en sus fachadas aparecen huellas de los intentos de encontrar la entrada, así como las oquedades producidas por la artillería de los mamelucos poco antes de la invasión de Egipto por los ejércitos de Napoleón.
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