La Bienal de Arte de Pontevedra abandona el agobio
La Bienal Internacional de Arte de Pontevedra, que ha estado abierta durante este mes de agosto en la Diputación provincial pontevedresa, vuelve a confirmar la línea de rigor y alto interés que en los últimos cinco años ha situado al certamen entre los más sólidos acontecimientos artísticos estivales de nuestro país. Los temas englobados dentro de esta VII Bienal Internacional han sido los de Escultura española actual, Los pensionados de la Diputación de Pontevedra y la renovación del arte, gallego (1925- 1933), Pintura francesa actual y Arte portugués: pasado y presente, muestra subdividida, a su vez en La tradición expresionista-lírica en el arte portugués del siglo XX y Arte portugués de la última década.Más allá de las características particulares de los distintos apartados, destaca, en una impresión global de la presente bienal, un acertado y equilibrado criterio de montaje que ha sabido evitar la algo agobiante acumulación de obras que fue la tónica principal de ediciones anteriores. Sin embargo, esa transparencia no ha sido posible sino a costa de sacrificar una parte de las piezas previamente seleccionadas. La causa reside, por supuesto, en el carácter inadecuado de un espacio como el de la sede de la Diputación pontevedresa, incapaz de albergar apropiadamente conjuntos expositivos de esta envergadura.
La muestra Escultura española actual ha reunido obras de Sergi Aguilar, Txomin Badiola, Basallo, Belotti, Bordes, Tom Carr, X. M. Castro, Cristina Iglesias, Leiro Ángeles Marco, Mitsuia Miura, Miquel Navarro, Manolo Paz, Pestana, Plensa, Silveiro Rivas Susana Solano y Trueba. Pese a algunos aspectos cuestionables, la selección proporciona una imagen bastante explícita del vigor alcanzado por nuestro joven panorama escultórico y lo hace a través de un conjunto de piezas de alta calidad y cuya representatividad sólo resulta en algún caso aislado, como el de Leiro, decepcionante.
Revisión histórica
Con el apartado dedicado a Los pensionados de la Diputación de Pontevedra y la renovación del arte galleo (1925-1933) nos adentramos en un tema de revisión histórica particularmente adecuado a este contexto y que permite una lectura en clave simbólica altamente significativa, tanto por el paralelo que suele establecerse entre el período de florecimiento de la vanguardia histórica gallega como por el impulso renovador de su más reciente generación plástica. Asimismo, se ha puesto acertadamente el acento en aquellas figuras que, como Colmeiro, Maside, Souto, Laxieiro o Torres, representan mejor aquel impulso renovador.
Centradas en la dimensión internacional de la presente edición de la bienal, las dos restantes exposiciones, dedicadas a las plásticas francesa y portuguesa, tienen su principal virtud en el hecho de acercarnos a dos contextos que, pe se a su proximidad geográfica, son dados muy escasamente en nuestro país. Con obra de 17 artistas, La tradición expresionista-lírica en el arte portugués del siglo XX supone un esfuerzo por cubrir esa laguna, si bien no siempre consigue ofrecernos piezas que hagan justicia a la aportación de los distintos autores. Los mejor representados son, sin duda, Amadeo de Sousa Cardoso, Mario Eloy (con un impresionante autorretrato), Julio, Álvaro Lapa y Paula Rego, con su excelente Historias: 2. Dentro del Arte portugués de la última década, que reúne a 16 jóvenes creadores, destacan fundamentalmente nombres y obras como los de Alburquerque Mendes, Cabrita Reis, Juliáo Sarmento, Aguiar, Calapez y Darocha.
La muestra de pintura francesa, por último, nos permite un acercamiento al trabajo de las más significativas figuras dentro de la última generación plástica surgida en el país vecino. Francia no ha vivido, en la presente década, un particular esplendor en el terreno pictórico, ni opciones, como la que se dio en llamar figuración libre, han alcanzado un impacto equivalente al de otras corrientes europeas recientes. Con todo, resulta bien de agradecer esta aproximación al último arte francés, prácticamente inédito entre nosotros. La selección reúne trabajos de Patrick Tosani, Georges Rousse, Loïc Le Groumellec, François Boisrond, Georges Autard, Robert Combas, Hervé di Rosa y Jean Charles Blais, siendo los cuatro últimos quienes, a mi juicio, ofrecen aspectos de interés más positivo.
Babelia
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