Un cúmulo de errores, descuidos e infracciones

El informe oficial de 382 páginas sobre el accidente de Chernobil, que fue elaborado por una comisión investigadora gubernamental, achaca la catástrofe a un cúmulo de errores humanos cometidos durante unas pruebas en el reactor número cuatro de la central nuclear.En la referida prueba, los técnicos intentaban determinar cuánto tiempo podían girar las turbinas del generador por sí mismas, en el caso de que el reactor se bloqueara de forma imprevista.

Los operarios cerraron el refrigerador de emergencia y los sistemas de cierre automático. Cuando comenzaron a perder el control, desactivaron las alarmas e inutilizaron más sistemas de protección, añade el informe. Los operarios mostraron "descuido a la hora de controlar el reactor", así como un entendimiento inadecuado de su funcionamiento básico.

Según el informe, los constructores del reactor no habían previsto una situación de "desviación premeditada del aparato técnico de protección" por parte de los operarios, ni tampoco que estos infringieran las normas. Semejante conjunción de circunstancias había sido considerada imposible.

El informe oficial soviético hace un llamamiento para que se mejore tanto la formación del personal como la cooperación internacional, con vistas a prevenir nuevos accidentes e incluso posibilidad de una guerra nuclear. "Hay que elevar la calidad del entrenamiento y la formación del personal", dice; "es necesario intensificar la responsabilidad en lo que se refiere a la eficiencia y seguridad futura de las centrales nucleares en construcción".

El reactor es descrito en el informe como una máquina de tecnología avanzada, dotada de un sistema informático para su supervisión y control. Cuenta además con un amplio sistema de alarmas luminosas y sonoras y una serie de sistemas de emergencia. Muchos de esos mecanismos de protección fueron desconectados por los trabajadores en el momento de la fatal prueba que se inició el 25 de abril y que al día siguiente desencadenó la catástrofe.