El Consejo de Ministros autoriza la instalación de los bancos japoneses Mitsui y Mitsubishi

El Consejo de Ministros autorizó ayer la instalación de dos nuevos bancos extranjeros en España, los japoneses Mitsui y Mitsubishi, que llevaban casi dos años en la lista de espera para poder abrir una sucursal. Cuando se materialicen estas dos incorporaciones serán 40 las entidades financieras con sucursal en España. Los dos bancos japoneses se han comprometido a realizar una inversión de 3.000 millones de pesetas de forma inmediata, cuando el mínimo exigido legalmente es de 2.000 millones, a desembolsar en un año.El acuerdo del Consejo de Ministros pone punto final a una espera de casi dos años, tiempo en el que las posiciones oficiales de la Administración variaron. Cuando cuatro bancos japoneses, los dos ahora autorizados más el Sanwa y el Industrial Bank of Japan, expresaron su intención de obtener autorización para operar mediante sucursales en España, no pensaron que la espera fuera a durar tanto.

En un primer momento el Banco de España y el Ministerio de Economía y Hacienda dejaron pasar el tiempo antes de pronunciarse sobee la conveniencia o no de aumentar la presencia de bancos extranjeros. Posteriormente, la banca nacional presionó todo lo que pudo para impedir más autorizaciones, argumentando que los bancos extranjeros se instalaban con un personal muy reducido, para hacer operaciones de envergadura sin apenas riesgo y que todo ello se reflejaba en unas cuentas de resultados muy fuertes y en una ganancia de cuota de mercado desproporcionada. Algunos de estos argumentos calaron en el Banco de España, que decidió congelar el informe preceptivo al Ministerio de Economía, señalando el espectacular crecimiento del peso de la banca extranjera, bastante superior al ocurrido en otros países.

El viaje de Carlos Solchaga a Japón, siendo todavía ministro de Industria, introdujo un nuevo factor, lo mismo que la visita del presidente del Gobierno. En ambas ocasiones se había reiterado la voluntad política del Gobierno español de autorizar a nuevos bancos japoneses. Para esa época a la lista de espera se había añadido el Royal Bank of Canadá, y posteriormente se hicieron tanteos por parte de algún banco francés e instituciones portuguesas.

Sin informe

Las presiones para que se autorizaran nuevos bancos extranjeros crecieron a finales del pasado año, aunque se mantuvo la política de que no llegara el informe del Banco de España. Los responsables del banco emisor mantuvieron contactos con todos los candidatos y se sugirió una modificación en las condiciones. Todos los bancos habían señalado que realizarían una inversión en divisas equivalente a 2.000 millones de pesetas a desembolsar a lo largo del primer año de instalación.

Como resultado de estos nuevos contactos los cuatro bancos japoneses decidieron elevar hasta 3.000 millones de pesetas la inversión comprometida y desembolsarla de una sola vez en cuanto fueran autorizados. El banco canadiense mantuvo su oferta inicial. A principios de abril el Banco de España remitía al ministro de Economía su informe preceptivo, en el que no se ponía ningún reparo a que se autorizaran todos los candidatos, algunos de ellos o ninguno. Era un informe abierto en el que se recomendaba un calendario a la hora de autorizar la instalación para que no entraran todos de inmediato.

Economía y Hacienda decidió, en el pasado mes de abril, autorizar a los dos bancos a los que ayer dio el visto bueno el Consejo de Ministros basándose en "criterios objetivos" que se concretaban en la antigüedad de la solicitud. No había más diferencias entre los japoneses. Cuando a mediados de abril ya se había tomado la decisión política de autorizar la instalación de las dos entidades japonesas, la convocatoria de elecciones legislativas hizo que Solchaga no llevara la propuesta al Consejo. La formación del nuievo Gobierno y el período de vacaciones provocaron el aparcamiento de los temas económicos.