Traficantes de desheredados
Un marino alemán occidental, acusado de organizar el transporte de 155 tamiles a Canadá
Los dos tamiles detenidos la pasada semana en Hamburgo como intermediarios en el transporte ilegal de 115 compatriotas suyos, a Canadá han acusado al capitán del barco Aupigae, de bandera hondureña, Wolfgang Binder, de 45 años, de haber organizado la operación de tráfico de refugiados. Con esta declaración se fortalecen las sospechas contra el capitán alemán occidental Binder, a quien la policía considera promotor y máximo beneficiario de esta operación y quien ha negado desde alta mar toda relación con el caso.
Los 155 tarniles fueron descubiertos la pasada semana cuando navegaban en dos botes salvavidas cerca de la costa canadiense. Aunque en un principio los tamiles aseguraron proceder de India, días más tarde reconocieron ante las autoridades canadienses que habían partido de la Republica Federal de Alemania. Fueron embarcados en la noche del 27 de julio en el puerto de Brake cerca de la desembocadura del río,Weser, en el norte de la RFA, según confirmó el jefe de la policía de Hamburgo, Dieter Heering. Por su parte, fuentes policiales de Bremen han anunciado que numerosos miembros del grupo armado separatista Los Tigres Tamiles se encuentran entre los 155 refugiados.A útima hora de ayer, Radio Bremen informó que, según la policía, los tamiles rescatados en Canadá forman parte de una red de apoyo a la guerrilla en su país y se dedican al tráfico de drogas para la financiación de la compra de armamento. Según el vicepresidente de la policía de, Bremen, los tamiles embarcados fueron seleccionados por la organización clandestina para trasladarse a Canadá y pasar a formar parte allí de una infraestructura de apoyo a la guerrilla en Sri Lanka mucho más completa que la existente en territorio alemán.
En declaraciones al semanario alemán Quick, hechas públicas ayer, Mohammed Lebba y Vayarantu Ratnam, ambos de 37 años, acusan al capitán Binder de haberles pedido a principios de mayo que establecieran contacto con el mayor número posible de compatriotas para ofrecerles, a cambio de 5.000 marcos por cada uno (315.000 pesetas), el transporte a Canadá. Los dos tamiles, detenidos la pasada semana junto a un ciudadano turco por su implicación en este caso, fueron puestos en libertad durante el fin de semana, según se supo ayer, aunque deberán permanecer en Hamburgo ante la posibilidad de que sean procesados.
Binder solicitó un total de 850.000 marcos y prometió a los dos intermediarios 100 marcos (6.300 pesetas) por cada pasajero. Entre ambos, que mantienen relaciones con compatriotas tamiles -en toda la RFA, hablaron con unos 500 en pocos días.
Todos ellos residían desde hace tiempo -en la RFA y estaban a la espera de que se dictaminase sobre su solicitud de asilo político, o habían visto ésta ya denegada.
Binder pidió un adelanto de 250.000 marcos. A principios de julio, 110 de los aspirantes a embarcar habían pagado entre 1.000 y 5.000 marcos cada uno. El día del embarque eran 230 los que habían pagado toda - la suma exigida. No obstante, 78 tamiles que ya habían pagado el pasaje llegaron tarde al puerto de Brake y fueron dejados en tierra.
El capitán del Aupigae, que se halla aún en alta mar, ha rechazado las acusaciones y aseguró el domingo a una radio alemana que se encontraba frente a Casablanca, rumbo a Dakar, cuando se enteró, por una llamada de su mujer, del caso en que se le implica.
Trato inhumano
Binder reconoció haber comprado dos botes del crucero Regina Maris. En estos botes, de los que había sido borrado el nombre del buque de procedencia, navegaban los tamiles cuando fueron recogidos.
Desde Canadá, dos portavoces de los tamiles afirmaron que durante la travesía de 12 días recibieron un trato inhumano por parte del capitán, quien les prohibió salir a cubierta incluso para hacer sus necesidades, les dio a comer alimentos en mal estado y les cobró precios exorbitantes por la bebida. Raja Rajaratnam y Siva Sivakumar dijeron en una entrevista que una pareja con su pequeño hijo de 11 meses intentó suicidarse en un momento porque no podían obtener alimento suficiente a bordo para dar de comer a su bebé. "Si hubiéramos sabido lo que nos esperaba, nunca habríamos hecho el viáje", dijeron.
La policía alemana está segura de que el caso del Aurigae es uno más en la trama de organizaciones de tráfico d e refugiados del Tercer Mundo en Europa en la que están ,implicadas varias agencias de viaje y que cuentan con la condescendencia o complicidad de compañías aéreas y países del Este.
El Gobierno alemán occidental ha calificado de "insostenible" la situación y ha advertido a la RDA por cuyó territorio llegan. a la RFA gran parte de los refugíadás, que, si Berlín Este no frena la avalancha, esto repercutirá gravemente sobre las relaciones entre ambos Estados.
Un tercio de los 42.000 solicitantes de asilo político llegados a la RFA en el primer semestre de 1986 provenía de Berlín Este.
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