Ningún organismo oficial del puerto de Almería pesa el coral que se extrae del mar de Alborán
La Junta del Puerto de Almería no realiza desde hace varios meses el pesaje del coral que se extrae de las aguas del mar de Alborán, frente a las costas almerienses. Se incumple así un real decreto de 1984 que regula la pesca de esta valiosa especie. La Comandancia de Marina, los servicios de Aduana y la Guardia Civil, los otros organismos oficiales de este puerto andaluz, tampoco hacen nada para que se cumpla ese importante y básico requisito de control marcado por la ley, pese a las protestas constantes de los grupos ecologistas, que han denunciado el descontrol que existe en la extracción y comercialización del coral.
Pedro Lozano, presidente de la Junta del Puerto de Almería, reconoció ayer que "desde hace algún tiempo no se efectúan los pesajes del coral que extraen los barcos que tienen ese permiso de pesca". Lozano confirmaba así las sospechas y las denuncias reiteradamente efectuadas por algunos pescadores de la zona, los sindicatos CC OO y UGT y los grupos ecologistas Mediterráneo, Gaviota y Greenpeace, que han denunciado el descontrol que rodea a la extracción y posterior tratamiento del coral."Lo único que hacemos", asegura Lozano, "es contar los sacos que bajan de las embarcaciones, y calculamos que en su interior hay 25 kilogramos de material, que igual puede ser coral rojo que piedras o algas". Este informante admitió que "la Junta nunca sabe lo que hay en el interior de los sacos, porque nadie los examina".
Lozano reconoció que él es la máxima autoridad oficial del puerto, pero cree que "el control y pesaje del coral recae en la Comandancia de Marina" y no en la Junta del Puerto almeriense. Añadió que sin el pesaje "es muy difícil controlar el mercado del coral y la procedencia final de las capturas". Lozano asimismo declaró que en ese puerto "no hay corrupción administrativa".
Uno de los armadores que posee uno de los cuatro permisos especiales de extracción de coral por el método de la barra italiana otorgados por la Secretaría General de Pesca Marítima en septiembre de 1983 ha reconocido que sus aprehensiones de coral no se pesan en el puerto de Almería. "Las autoridades", asegura, se fían de la cantidad que yo les facilito cuando, días después de haber desenredado las redes, puedo conocer la cantidad exacta del coral que ha pescado mi embarcación". Francisco Gaitán Góngora, armador y propietario de la Sociedad de Pesca Gaife, SA, y de la embarcación Cala Iris, declaraba, después de haber reconocido que nadie pesa su coral: "La Administración puede controlar lo que pesco porque lo que yo declaro ha de coincidir forzosamente con las piezas de coral que vendo". La empresa de Gaitán recicla el coral muerto, que dedica a la bisutería, y el coral vivo, que destina a la alta joyería.
Este armador almeriense se declara "harto de las envidias y habladurías que rodean este tipo de pesca, que hace unos pocos años estaba en manos de grupos italianos".
Gaitán confesó que en lo que va de año su embarcación ha pescado 2.500 kilos de coral y que la Comandancia de Marina tiene registradas "todas las partidas de coral capturadas por el Cala Iris". Gaitán declaró que no paga ninguna cantidad especial para conseguir tratos de favor en el puerto almeriense.
Un trámite poco importante
A diferencia de los sindicatos, pescadores y ecologistas, el propietario de esta sociedad explica que "el pesaje del coral en el puerto no es importante, porque hasta que las redes no se desenredan es imposible evaluar las capturas y porque los biólogos de la Secretaría General de Pesca Marítima evalúan, mediante porcentajes, las capturas que efectuamos, con un margen de error mínimo". Según los ecologistas, estas revisiones de biólogos oficiales se realizan de una forma esporádica.La empresa de Gaitán, con un volumen económico que alcanzará este año los 100 millones de pesetas, está considerada como "una empresa modelo de la industria coralífera", según un sindicalista de UGT, quien, sin embargo, denuncia que Gaitán y los otros armadores que poseen permiso para pescar coral en el mar de Alborán incumplen el Real Decreto 1.212/1984, firmado por el Rey el 8 de junio de 1984. De los otros tres permisos, dos están en poder del armador Nicolás Linares y uno lo tiene la Sociedad Pesquera Almeriense.
El artículo 15 de este real decreto establece que "el pesaje del coral se realizará por el órgano competente de la Administración del Estado correspondiente al puerto de despacho de la embarcación. Dicho órgano podrá delegar la realización de tal pesaje en la Cofradía de Pescadores del lugar, la que en tal caso extenderá la oportuna certificación". Eduardo Gallart, patrón mayor de la Cofradía de Almería, ha confirmado que nadie les ha delegado la labor del pesaje del coral.
La ley tiene 23 artículos y establece que el máximo de coral vivo a pescar por embarcación anualmente es de 1.500 kilogramos. "Evidentemente, con el sistema de contaje de sacos no podemos asegurar si esos límites se cumplen", reconoció Pedro Lozano.
En Almería existe cierto nerviosismo por saber a quién seran otorgadas las nuevas licencias de pesca de coral, que en breve concederá la Subsecretaría General de Pesca Marítima.
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