Alan García anuncia «una economía nacional de resistencia' contra el imperialismo
El presidente de Perú, Alan García, anunció el lunes nuevas restricciones al pago de la deuda externa y una economía nacional de resistencia contra el imperialismo. Estas palabras presidenciales han generado cierta incertidumbre en medios empresariales.En un mensaje dirigido a la nación desde el Congreso, al cumplir su primer aniversario como presidente, García anunció un estricto control de la salida de divisas porque "son un recurso estratégico para Perú que el Estado debe cautelar". García afirmó que el Estado limitará el pago de la deuda eterna privada y que, además, "imitará por dos años las remesas o envíos de dólares al exterior por concepto de utilidades [beneficios] de las empresas extranjeras".
Ambos anuncios, que deben concretarse en resoluciones por publicar en el diario oficial El Peruano, han desatado especulaciones e inquietudes, aunque los dirigentes empresariales aguardan a conocer el alcance de los límites a los que aludió el presidente.
Alan García reiteró que Perú seguirá destinando sólo el 10% del valor de sus exportaciones a la amortización de la deuda y subrayó que los recursos que salgan no serán mayores que los que entren como nuevos créditos porque "sería suicida convertirnos en exportadores netos de capital".
También dijo que mientras el Estado había desembolsado en los últimos 12 meses 320 millones de dólares (unos 45.000 millones de pesetas) en concepto de deuda, las empresas privadas destinaron no menos de 1.000, "a veces sin justificación". La deuda global de Perú es de unos 14.000 millones de dólares, de los cuales 12.000 corresponden al sector estatal.
García advirtió que este año sería aún más difícil, "más complicado", puesto que la baja de los precios del petróleo y minerales, principales recursos del país, significará unos 500 millones de dólares menos de ingresos en un volumen de exportaciones que suele rondar los 3.000 millones de dólares.
Limitación temporal
Insitió en que estas medidas no suponen "ni expropiación ni confiscación, sino solamente una limitación temporal para que los recursos generados dentro del país se queden en él y se apliquen a la inversión productiva que la nación requiere en estas circunstancias",.
El presidente leyó un discurso de 120 páginas, que tuvo como eje principal el problema económico, mucho más grave que el de "la subversión", a juicio de García. Apenas si dedicó 10 minutos de un total de cerca de tres horas a la lucha antiterrorista, para rechazar la violencia de unos y otros, porque "al odio no se le puede responder con el odio". Brevemente hizo referencia a la matanza en tres cárceles limeñas el pasado 19 de junio. "Estos hechos escandalosos", dijo, "deben hacernos meditar que la violencia se contagia a los instrumentos del Estado".
A este respecto, el diario The Wall Street Journal aseguraba ayer que el presidente peruano pidió ayuda a Estados Unidos y a varios países latinoamericanos días después de los disturbios en las cárceles de su país, por temor a que se produjera un golpe de Estado.
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