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30.000 obras de arte se han declarado acogiéndose al plazo de amnistía fiscal

Hasta ahora, en España sólo había 600 piezas registradas

Más de 30.000 obras, de: arte han sido declaradas por sus propietarios durante el plazo, concluido el pasado 19 de julio, para acogerse a la amnistía fiscal establece el en la ley del Patrimonio Artístico. Según el Ministerio de Cultura, entre las obras declaradas se encuentran piezas de incalculable valor y el resultado global es superior al esperado. La mayor parte de estas obras son pinturas y piezas de arqueología. Hasta ahora había en España sólo 600 obras de arte declaradas. La Junta de Calificación, Valoración y Exportación de Obras de Interés Histórico-artístico decidirá el valor de las piezas ahora declaradas.

Hasta que la mencionada junta catalogue las piezas declaradas no se podrá conocer el valor auténtico de las obras. Hasta entonces, tanto las obras como la identidad de sus propietarios serán secretos. Una vez inventariadas, se catalogarán fotográficamente y serán expuestas al público. Antes de la aplicación de esta amnistía sólo había en España 600 piezas declaradas como obras de arte.Un alto número de las obras declaradas -el plazo para acogerse a la amnistía ha sido de un año lo han sido en la Cornunidad de Madrid, donde se han producido 1.293 solicitudes de inscripción para unas 10.000 obras de arte. Según los datos obtenidos hasta ahora por el Ministerio de Cultura, en Cataluña han sido declaradas unas 650 obras; en Andalucía, 1.680; más de 4.000 en la Comunidad Valenciana; unas 15.000 en Extremadura; 300 en la Comunidad Balear y 287 en Castilla y León. Pese al pacto de silencio que esta declaración implica entre los propietarios y la Administración, se sabe que entre las piezas declaradas se encuentran importantes obras de Goya, Velázquez y Rubens, en la Comunidad de Madrid.

Según fuentes de Cultura, el mayor número de objetos declarados está constituido por obras pictóricas y arqueológicas, La mayor laguna se ha producido en el campo del mobiliario, pese, a que según los especialistas son muchas las casas españolas en las que se pueden encontrar muebles valorados en más de 250.000 pesetas y de alrededor de 100 años de antigüedad, condiciones ambas que hacen que un objeto pueda ser calificado de bien de interés cultural.

La declaración de todos estos bienes supone, cuando menos, la posibilidad de inventariar el patrimonio histórico-artístico español de una manera mínimamente fiable. Los propietarios de las piezas que se han acogido a la amnistía fiscal quedan exentos del pago de impuestos o gravámenes a los que antes hubieran tenido que hacer frente. El precio y la plusvalía del objeto quedan automáticamente actualizados, de forma que se facilita su salida al mercado del arte.

Edrnund Peel, consejero delegado en España de la galería de subastas Sotheby's, reconoce las ventajas de la situación actual pero advierte del peligro en que quedan las obras no declaradas, ya que se tendrán que mover obligatoriamente en el mercado sumergido al no haberse arbitrado ninguna fórmula para su incorporación al patrimonio. El comprador de una pieza inventariada se beneficiará de una reducción del 20% en la declaración del impuesto sobre la renta.

La ley del Patrimonio establece algunas obligaciones para los propietarios de obras de arte declaradas de interés cultural. La ley obliga a mantener el objeto en perfecto estado de conservación -gastos que permiten una deducción del 20% en el impuesto sobre la renta- y a cederlo durante un mes al año a la comunidad autónoma o al Estado si la pieza es necesaria para una exposición o es requerida para el estudio.

Un incierto mercado

Lograr una valoración de las 30.000 piezas declaradas como aspirantes a bienes de interés cultural antes de su catalogación definitiva por la Junta de Valoración resulta un intento difícíl dado el compromiso de silencio que hay entre los propietarios y la administración. La respuesta de los especialistas consultados es que hay que esperar a conocer detalladamente cada una de esas piezas. Solamente Edrnund Peel, consejero delegado de Scitheby's en España, advierte del peligro que, para el mundo de las subastas en el que él se mueve, puede suponer el dar por cerrado el inventario del patrimonio con la declaración de los que quieran acogerse a la amnistía fiscal.A Peel le preocupa concretamente el bajo número de piezas de mobiliario declarado, material que nutre en gran parte las subastas de las casas de subastas. "Sólo en Madrid", afirma Peel, "tiene: que haber millares de muebles considerados como piezas de arte. Entre los objetos declarados hay muy pocas artes decorativas".

Peel añade que la actualización del patrimonio cuenta con la ventaja de dejar las cosas fiscalmente en regla, aunque dice que "el que no haya declarado ahora se ve condenado a esconder sus posesiones o a moverlas en el mercado negro. Puede ser dramático, porque la ley no establece mecanismos por los que se pueda incorporar al patrimonio piezas no declaradas ahora. Se crea un coto cerrado en el que sólo se podrán realizar ventas a través de intermediarios en un mercado sin garantías".

Otro de los peligros que Edmund Peel encuentra en la situación actual es el largo tiempo que la Junta de Valoración puede tardar en clasificar los 30.000 objetos ahora declarados, dado que dicha junta se reúne habitualmente una vez al mes. Sin embargo, Paloma Esteban, miembro de esta junta, aseguró ayer que la periodicidad de las reuniones ha aumentado ya y que éstas se celebran semanalmente. "Aún desconozco las piezas declaradas", dice Esteban, "pero nuestra revisión va a ser minuciosa".

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