Oposición silenciosa, pero activa, al sandinismo
El presidente de la Conferencia Episcopal de Nicaragua, el cardenal Miguel Obando, y la propietaria del diario La Prensa, Violeta Chamorro, no parecen dispuestos a ceder en sus posturas de oposición al sandinismo, a pesar de las recientes medidas de cierre del periódico y expulsión del país del vicepresidente de la Conferencia Episcopal, el obispo Pablo Antonio Vega.
La expulsión del obispo Vega y la prohibición de regresar al país al portavoz de la Iglesia, el sacerdote Bismark Carballo, han tenido una respuesta moderada del cardenal Obando, que, según comentan dirigentes sandinistas, ha pasado a una posición de "esconder su perfil". Algunos seguidores del sandinismo creen que las medidas contra Vega y Bismark Carballo han tapado la boca a Obando. Políticos de la oposición consideran que esto es un error, porque "Obando es un indio astuto y seguro que les buscará las vueltas para jugársela por detrás".El cardenal guarda silencio ante la Prensa. Días atrás, al concluir su misa y verse asediado por periodistas, se apresuró a quitarse los ornamentos y salir disparado. El teléfono de la curia episcopal no responde en Managua. Sacerdotes de su archidiócesis ven en el cardenal "un verdadero líder". Un cura español explica la psicología de Obando con su condición indígena: "Es un indio con doble cara, al que es muy difícil sacarle lo que en realidad piensa. Lo ves sonriente y a lo mejor te saca un cuchillo".
Un compromiso imposible
El cardenal tiene entre ceja y ceja al sandinismo y parece casi imposible que entre la Iglesia que representa y el régimen se llegue a un compromiso. Los sandinistas preparan estos días un documento para explicar a las conferencias episcopales de otros países las medidas adoptadas contra Vega y Carballo y la situación de guerra que sufre Nicaragua. El problema de estos intentos de explicación es que difícilmente conseguirán convencer al Vaticano, que parece escuchar a Obando. Incluso se atribuye a la intervención de Obando el cambio del nuncio apostólico en Managua, que no se entendía con el cardenal. Obando ha perdido desde principio de año la emisora Radio Católica, clausurada por la negativa a retransmitir el mensaje de fin de año del presidente, Daniel Otega, y a su portavoz y brazo derecho, Carballo, pero no calla.El domingo 20 de julio, al día siguiente del discurso conmemorativo de Ortega en Estelí, Obando predicó en la misa. Sus palabras fueron un juego permanente de dobles sentidos y alusiones a la arrogancia del poder. Después de referirse a la calumnia como método, Obando pasó a hablar del sueño de Nabucodonosor: "Dice Nabucodonosor: 'Me encontraba feliz en mi reino', y yo no sé cómo se encontraba feliz ese hombre, por que había cometido varios crímenes. Era un hombre prepotente" Luego explicó el cardenal que un ángel bajó del cielo, en el sueño de Nabucodonosor, y destruyó un árbol frondoso, el profeta Daniel interpreta el sueño y dice al rey: "Dios te ha dado tanto poder, pero no lo utilizaste bien (...) y vas a pasar siete años, siete años", repitió Obando al día siguiente del séptimo aniversario del sandinismo, "comiendo zacate [hierba] como los bueyes. Si tú quieres recapacitar, cambia de vida, deja la soberbia, el orgullo, trata a tus súbditos con bondad, con amabilidad, no los explotes, no los oprimas". Cuando el cardenal concluyó su sermón, los asistentes a la misa le aplaudieron.
En el edificio del diario La Prensa aparece en la fachada un cartel que dice "silenciados, pero nunca sometidos" y "cada quien es dueño de su propio miedo". Los dos eslóganes parecen servir de lema de conducta a Violeta Chamorro, propietaria del periódico y viuda de Pedro Joaquín Chamorro, director de La Prensa, asesinado por el dictador Anastasio Somoza en 1978.
La familia Chamorro es un reflejo de la guerra civil existente hoy en Nicaragua. Violeta y una de sus hijas siguen en el periódico clausurado y atienden a los periodistas extranjeros que se acercan en busca de información. En una de las colinas de Managua, el hijo menor, Carlos Fernando, dirige el departamento de agitación y propaganda del frente sandinista y es también director del diario Barricada, órgano oficial del Frente Sandinista para la Liberación Nacional (FSLN). Javier Chamorro, hermano del asesinado Pedro Joaquín, dirige, unos metros más allá de la sede de La Prensa, El Nuevo Diario, periódico oficioso sandinista. Los otros dos hijos de Violeta están en Costa Rica. La hija, de embajadora de Nicaragua, y el hijo, con la contra, como una especie de portavoz y jefe de publicaciones de las organizaciones antisandinistas.
Indignación de Chamorro
Violeta Chamorro está indignada con una publicación de Barricada que le atribuye unas declaraciones suyas al diario Abc de Madrid en las que atacaba a Felipe González. "Mire cómo inventan", dice; "yo nunca hablé con ese periódico, ni he dicho nada contra Felipe González. Yo protesto contra esa noticia que sacó Barricada. No he pronunciado una sola palabra sobre Felipe González, a quien sólo vi una vez, en un avión camino de Ecuador. Esta gente marxista-leninista es capaz de todo".Explica la propietaria de La Prensa que seguirán pagando al personal del periódico los sueldos, porque se ha iniciado una campaña de captación de suscripciones y esperan conseguir 7.000, aunque el periódico no aparezca. De esta forma, como no hay costes de producción, esperan poder pagar las nóminas del personal, aunque el diario no aparezca.
Violeta Chamorro se siente molesta por las palabras del presidente Daniel Ortega en el acto de Estelí que hacían referencia a la traición de los dirigentes del diario La Prensa y que por ese delito en Estados Unidos merecerían cadena perpetua.
La viuda de Chamorro escribió una carta a Ortega, en la que dice que está dispuesta a entregarse a las autoridades para cumplir "con la sentencia de cárcel", con la que, según ella, le amenaza el presidente.
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