George Bush incluye a Marruecos en la gira que hoy inicia por Oriente Próximo

El vicepresidente norteamericano, George Bush, inicia hoy en Israel un viaje de 12 días por Oriente próximo que concluirá en Marruecos. Inicialmente, el periplo de Bush se limitaba a Israel, Jordania y Egipto, pero a última hora se ha decidido ampliarlo a Marruecos, como respaldo al inesperado encuentro que esta semana mantuvieron en Ifrán Hassan II y el primer ministro israelí, Simón Peres. Las entrevistas entre el monarca marroquí y el primer ministro de Israel han provocado reacciones encontradas en el mundo árabe. La llamada de la Liga Árabe para que se celebre una cumbre que discuta el caso ha sido aceptada por Rabat, que ha visto cómo el líder libio, Muammar el Gaddafi, se negaba ayer a recibir a un emisario del monarca alauí para explicarle el contenido de las entrevistas. "La traición no puede servir de materia de discusión ni de intercambio de puntos de vista", ha manifestado el número uno libio.

Bush intentará conocer las perspectivas existentes para los nuevos intentos de lograr la paz en Oriente Próximo, y más tras el encuentro de lfrán. Para EE UU, las entrevistas del martes y el miércoles entre Hassan II y Peres muestran "el cambio en el ambiente político que se está produciendo en Oriente Próximo"'. Washington dice que Hassan ha plantado un hito en el camino de la normalización de diálogo árabe-israelí. Tanto norteamericanos como israelíes indican que el verdadero objetivo de estos movimientos es que Israel abra conversaciones con el rey Hussein de Jordania, con el que Bush se entrevistará al concluir sus cuatro días de visita a Israel.El vicepresidente norteamericano viajará después a Egipto, donde se espera que su estancia coincida con la firma de un acuerdo sobre límites fronterizos en Taba entre Israel y Egipto. Tras esta escala, y ya de camino de vuelta a EE UU, el vicepresidente norteamericano se detendrá en Rabat, donde las fuentes que dieron cuenta, de esta parada no ofrecieron más detalles.

El ministro de Asuntos Exteriores isarelí, Isaac Shamir, que debe suceder a Peres en la jefatura del Gobierno el próximo mes de octubre y que ha manifestado que intentará seguir la política de contactos directos con los árabes, declaró ayer que el plan de Fez no puede será de base para establecer una, paz árabe-israelí pues implica la destrucción de Israel. Hassan II propuso a Peres que el plan de Fez, establecido en 1982, fuera el punto de partida para solucionar el conflicto de Oriente Próximo. El plan pide la retirada de Israel de los territorios árabes ocupados en la guerra de 1967 y la creación de un Estado palestino.

En medios palestinos, las reacciones a las entrevistas del martes y el miércoles han sido encontradas. Mientras que para Al Fatah, el principal grupo de la Organizacion para la Liberación de Palestina (OLP), del que también es líder Yasir Arafat, la iniciativa de Hassan II es "rechazable y condenable", además de ser un "paso peligroso" capaz de agravar las diferencias interárabes, para Hanna Seniora -director del rotativo pro-OLP de Jerusalén El Fajr y uno de los siete palestinos seleccionados para formar parte de la delegación conjunta jordano-palestina que habría de participar en unas eventuales conversaciones de paz con Israel-, "la valerosa decisión de Hassan II puede reanimar un proceso de paz moribundo". En una entrevista mantenida con Víctor Cygielman, Seniora dice que "el rey de Marruecos tenía razón al querer reanudar el diálogo con Israel".

Con respecto a la acusación de que Hassan II puede acentuar las diferencias entre los distintos regímenes árabes, Seniora dice "Lo cierto es lo contrario. Es la triste situación del mundo árabe y la carencia de toda estrategia común lo que ha llevado al rey Hassan a tomar la iniciativa para salir del estancamiento. La OLP ha pedido ya una cumbre árabe. Precisamente para elaborar una estrategia de paz común. Hassan II es de la misma opinión".

Lugar para la 'cumbre'

La OLP hizo su petición el miércoles,y el secretario general de la Liga Arabe, Chadli Klibi, la reiteró el viernes. Marruecos dijo ayer que aceptaba rendir cuentas sobre la entrevista Hassan II-Peres, siempre que la cumbre se celebrara en "terreno neutral", en Túnez. Este país, donde tiene su sede la Liga Arabe, no se ha pronunciado sobre la entrevista. La OLP` deseaba que la reunión se llevase a cabo en Argelia, país que consideró un ultraje el encuentro de Ifrán, pero parece difícil que la mayoría de los 21 miembros de la Liga Árabe accediera a viajar a Argel. Argel no tiene relaciones diplomáticas con Rabat desde hace 10 años, y es un estrecho aliado de Siria, el único país que ha roto relaciones con Marruecos por las entrevistas de principios de semana.El comunicado hecho público tras las conversaciones indicaba que Hassan II iba a a explicar el resultado de las conversaciones en mensajes personales dirigidos a todos los jefes de Estado árabes. Fuentes próximas al Gobierno de Rabat indicaron que estas misivas iban a revelar aspectos de las conversaciones que no habían sido anunciados. Uno de los primeros mensajeros, si no el primero, fue el que debía explicar al coronel Gaddafi las entrevista de Ifrán. El jefe de la Revolución libia se negó a recibir el embajador real. "La traición no puede servir de materia de discusión ni de intercambio de puntos de vista", informaba la agencia Jana que manifestó Gaddafi. Marruecos y Libia suscribieron en agosto de 1984 un tratado encaminado a crear una unión entre ambos países.

El rey Hussein de Jordania, mientras, prosigue la labor mediadora emprendida en mayo entre Siria e Irak, dos regímenes enfrentados. Ayer llegó a Damasco, donde fue recibido por el presidente Hafez el Asad.