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32º FESTIVAL DE MÉRIDA

El paso del tiempo

Mérida ha aportado un marco ideal para la danza de Paul Taylor que ha iniciado en la ciudad extremeña su gira europea. Aunque necesitada de la intirnidad del espacio cerrado, esta danza ha sabido crecerse en un entorno lleno de historia.Es temerario hablar de un estilo Taylor. Hay elementos diferenciadores en su danza. El trabajo de 30 años ha dado a este hombre soltura para encadenar movimientos, y su razonamiento sobre los códigos de pasos desemboca en una aparente: espontaneidad, de modo que el salto es sólo un salto y no una elevación en sentido técnico-balletístico.

Sin embargo, hay un marcaje que puede llegar a ser agobiante de unos bailarines en otros, recurso para sostener una dinámica que pone a prueba resistencia y velocidad de asimilación.

The Paul Taylor Dance Company (EE UU)

Programa 1: Roses: Wagrier-Baerman-Taylor-, Runes: Busby-Taylor; Esplanade: Bach-Taylor. Programa 2: Ivfercuric Tidings: Schubert-Taylor; Cloven kingdom: Corelli-Cowell-MeDowell-Taylor; A musical offering: Bach-TaylorTeatro Romano, Mérida, 18 y 19 de julio.

Lo que sucede es que el tiempo es el más riguroso de los jueces, y en una pieza como Cloven kingdom se siente derriasiado el paso de 10 años, aunque la variación para cuatro hombres con fondo de percusión sigue siendo) el número de mayor efectividad.

Paul Taylor se ha aferrado a que, aun siendo los cimientos de una particularización estilística, le hacen repetitivo hasta el cansancio. Su inventiva es grande, pero acotada por una especie de moral ante el espectáculo, dosificando la creación de manera que a veces se queda escasa. El criterio personal al escoger las partitaras le hace errar, como en A musical offering, donde 40 minutos de música excelente pero dificilmente bailable toda ella acaban por cargar la atmósfera de una densidad que borra la degustación.

Ternura y concentración

Roses tiene este mismo defecto. Sin embargo, al ser más breve y basar el trabajo en un seguimiento estricto de la música se hace más digerible. Es una (lanza agotadora a pesar / y por el tempo en que está concebida. Runes aboga por la contemporaríeidad, y su tejido danzario es tan contemporáneo como el fondo sonoro en que se apoya. Esplanade explota la repetición de pasos en unas evoluciones llenas de plasticidad que tienen clara referencia a la Bach y el ejercicio barroco.Mercuric tidings es una bella creación no vista en España cuyo encanto parte -en buen sentido- de la tiranía coreográfica. No hay un segundo de reposo. Saltos, giros, cargadas y carreras se suceden en un vertiginoso ofrecimiento por parte de los bailarines de lo mejor que pueden dar. David Parsons ofrece su figura imponente y su seguridad; Susan McGuire, su madurez formal; Mary Cochran, la gracia, y sobre todos, Christophér Gillis, que aunque hoy día ya es algo lento en sus evoluciones, sigue siendo el más atento de los partenairescon su pareja, capaz de desplegar ternura y concentración en el baile como pocos.

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