Salvador Dalí, ingresado en una clínica barcelonesa donde se le colocó un marcapasos

El pintor Salvador Dalí ingresó ayer en la unidad coronaria de la Clínica Quirón de Barcelona, donde se le intervino para implantarle un marcapasos interno y permanente. La intervención se desarrolló sin problemas. El pronóstico es "favorable" y las constantes del artista a las 2.15 de hoy eran normales, según fuentes del citado centro.

El traslado de Dalí a Barcelona fue decidido por su médico de cabecera, el doctor Juan García Sanmiguel, tras comprobar a media tarde de ayer que el corazón del pintor no bombeaba bien, debido a fallos en su conducción eléctrica. A las 21 horas una ambulancia trasladó a Dalí desde su actual residencia, la Torre Galatea, en Figueres (Alt Empordà), hasta la clínica Quirón, donde todo estaba preparado para. la operación, que se inició dos horas, más tarde.La intervención se prolongó durante 45 minutos de forma "satisfactoria y sin complicaciones", según el parte médico facilitado a la Prensa. El artista de 82 años, quedó ingresado en la unidad coronaria y de cuidados intensivos del centro, donde permanecerá internado como mínimo durante una semana. Los médicos que realizaron la operación, Marcos Murtra, Jorge Rius, Ramón Durán Arx y Juan García San Miguel, harán público un nuevo parte médico a las 16 horas de hoy.

Fuentes de la clínica Quirón explicaron esta madrugada que Dalí se estaba sometiendo regularmente a pruebas médicas y que el transtorno de conducción aurículo-ventricular se verificó ayer gracias a la prueba Holter, que calibra los estímulos cardiacos.

El pintor Antoni Pitxot, el médico personal de Dalí, su chófer, Arturo Caminada, y las enfermeras que cuidan habitualmente al artista se encontraban esta madrugada en la Quirón, ocupando dos habitaciones. Se espera que hoy llegue a Barcelona, procedente de París, el secretario del pintor, el francés Robert Descharnes.

Deterioro físico

Tras la muerte de Gala, su esposa y musa, Salvador Dalí se hundió en un vacío espiritual, que, unido a su avanzada edad, deterioró su estado físico hasta tal punto que el pintor ha convivido en los últimos años con una enfermedad permanente que le ha obligado a estar rodeado de enfermeras y ser atendido diariamente por su médico de cabecera.

El punto álgido de este período fue a finales de agosto de 1984. Dalí se hallaba refugiado en su castillo de Púbol cuando sufrió un accidente en su habitación. Un cortocircuito incendió las sábanas de su cama y el pintor sufrió graves quemaduras en el muslo y antebrazo derechos. El humo provocado por las llamas también le afectó la respiración.

El pintor tuvo que ser trasladado urgentemente a Barcelona, donde fue intervenido quirurgicamente en la clínica del Pilar. Su estado llegó a ser crítico y muchos temieron por su vida. Sorprendentemente, Dalí se recuperó y el recubrimiento de las zonas necróticas que se le practicó con autoinjerto tipo thiersch fue un éxito. Desde entonces las visitas de Dalí a los hospitales barceloneses se ha sucedido y su estado físico se ha controlado hasta tal punto, que ayer una ligera complicación cardíaca fue- advertida mucho antes de que el artista pudiera sufrir alguna complicación más grave.

La intervención a que ahora ha sido sometido el pintor coincide con una gran operación de la policía norteamericana que tiene como objetivo la desarticulación de bandas que se dedican a la falsificación de sus obras más conocidas.