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Salamanca, punto de encuentro de las tres culturas que conformaron la identidad histórica española

"Las barreras de otros tiempos deben desaparecer. Sabemos que la situación actual es imperfecta, que se producen fluctuaciones. Un año parece que todo va mejor y otro peor. Pero en la larga perspectiva de la historia sabemos que estamos en el buen camino, en el camino de la moderación y de la mejora". El tono optimista acompaña al presidente del Consejo Internacional de Judíos y Cristianos (ICCJ), con sede en la República Federal de Alemania, el canadiense Víctor Goldbloom, cuando se refiere a los brotes de racismo. Salamanca recibe a las tres culturas que conformaron la identidad histórica española (judía, árabe y cristiana), mientras que en Toledo y Barcelona se desarrollan muestras con Israel de protagonista.

Por primera vez, el ICCJ ha organizado uno de sus encuentros internacionales en España. El establecimiento de relaciones entre Israel y España fue uno de los motivos para elegir la sede, la universidad Pontifica de Salamanca. La incorporación oficial de musulmanes a la reunión, el otro. Con ello se lograba que representantes de las tres religiones, a su vez marco de las tres culturas que conformaron la identidad histórica española, volvieran juntos a dialogar en el lugar excepcional en que sus practicantes pudieron convivir antes del siglo XVI.La participación ha sido más elevada de lo que suele ser en otros actos organizados por el ICCJ. Unos 200 religiosos judíos, musulmanes y cristianos de distintas iglesias y también hindúes, shiíes y drusos han mantenido coloquios conjuntos. Pero su entendimiento pretende superar los límites religiosos. La educación es por ello fundamental. La extensión del diálogo y la comprensión de las diferencias que separan a los que practican religiones diversas es el objetivo de esta organización, que en algunos países comenzó a funcionar hace ya 50 años.

El clima de tolerancia y convivencia que han respirado los participantes durante los días, que ha durado la reunión ha sido el hecho más destacado por los organizadores. Pese a que, como decía Goldbloom, en torno a estas organizaciones y reuniones se agrupan los creyentes más moderados y dispuestos a relacionarse, y desde luego no los extremistas, que son los que provocan los enfrentamientos en cada grupo religioso. Pero también los miembros de estas religiones dispuestos al diálogo encuentran dificultades con sus correligionarios, que desconfían de una actitud abierta. "Que varías personas dialoguen es relativamente fácil. Lo dificil de verdad es que los grupos se toleren y se comprendan", afirmaba Víctor Goldbloom.

"Está demostrado", asegura Goldbloom, "que es posible para personas de creencias diferentes convivir en armonía y respeto mutuo. Y nos decimos: si esto no fuera posible para nosotros que somos gente de buena voluntad, aun de creencias diferentes, ¿qué esperanza hay para la paz en el mundo?". Este doble planteamiento resume los trabajos que llevan adelante los responsables de la organización a lo largo de los años. En todo caso, la elección de España como sede de las reuniones parece haber satisfecho a los que buscaban el lugar mítico en el que las tres religiones convivieron y la referencia histórica, única y admirada, de musulmanes, judíos y cristianos.

Pintura en Barcelona

Dentro de los encuentros entre Israel y España, el pasado jueves se abrió al público la exposición Art Israel en el Palau Robert, de Barcelona. Se trata de una muestra compuesta por una sesentena de obras pictóricas firmadas por 17 artistas israelíes representantes de las distintas corrientes del arte contemporáneo de su país.

Entre ellas figuran las creaciones del veterano Abel Pann, que utiliza las estampas bíblicas como temática y fuente de, inspiración. También las de Najum Gutman, discípulo de Pann, que practica un tipo de pintura de signo social. Los artistas más jóvenes optan por un arte de tendencia más conceptual en el que se combinan las imágenes abstractas con objetos de uso cotidiano.

Ésta es la primera manifestación artística que se enmarca en los acuerdos de intercambio cultural firmados en el mes de abril entre la Generalitat y la Embajada de Israel.

Por otra parte, el pintor Lior Roth, afincado en Israel, exhibe en el Museo Sefardí- Sinagoga del Tránsito de Toledo una muestra de 24 obras, según informa Con esta exposición se inició la apertura oficial de intercambios culturales entre Israel y España desde que el pasado mes de enero se establecieron relaciones diplomáticas entre ambos países.

Lior Roth recoge distintos motivos de los kibutzim, comunidades basadas en la propiedad colectiva y que albergan en la actualidad al 3% de la población de Israel, repartida en 25 establecimientos.

Las conexiones de Toledo con el mundo judío han hecho que la ciudad de las tres culturas sea la pionera en este tipo de iniciativas. Se calcula que en los siglos XII al XIV la judería toledana alcanzó su máximo esplendor, y en ella se podían contar 10 sinagogas. Hoy sólo se mantienen dos: la de Santa María la Blanca y la del Tránsito o de Samuel Leví. Ambas son museos.

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