Galicia, entre el arado y la vanguardia
"Modernidad y tradición no son conceptos contrapuestos, al menos en Galicia". Esta opinión, junto con la de que "la modernidad está siendo manipulada por los medios de comunicación y el poder", ha entreverado las intervenciones de los ponentes en el seminario Presencia de la modernidad y persistencia de la tradición en Galicia, que se ha desarrollado hasta hoy dentro de los cursos de verano de la Universidad Internacional Menéndez Pelayo (UIMP) en La Coruña. Las conclusiones, no obstante, no se han hecho públicas todavía.
El centenario del político, escritor y dibujante Alfonso Daniel Castelao, considerado el paradigma de una generación que logró aunar la creación y la ciencia en la cultura, ha servido como pretexto para que antropólogos, historiadores, escritores y críticos de arte y literatura hayan debatido a lo largo de una semana sobre los conceptos de modernidad y tradición en una tierra en la que hoy conviven, como se está haciendo tópico, el arado prerromano junto a la creación cultural de vanguardia.El seminario coincidía con la estancia en La Coruña de la exposición itinerante Castelao, organizada por el Ministerio de Cultura. José Antonio Durán, comisario de la exposición, ha dirigido y coordinado también el seminario Presencia de la modernidad y persistencia de la tradición en Galicia, que hoy finaliza.
La multiplicidad de enfoques y métodos de análisis produjo en los ponentes un desconcierto, superado por el descubrimiento de la complementariedad de lo interdisciplinar, "de la combinación del telescopio de la historia con el microscopio de la antropología".
Los antropólogos, como Fernández de Roca, de la universidad de Santiago, sostenían que "los valores morales populares y sus oscilaciones históricas pueden llegar a convertir en moderno lo que en otro momento se consideró anticuado". "De forma semejante", prosiguió, "las transformaciones tecnológicas y económicas y la jerarquización nos presentan distintas sorpresas de aparentes modernidades o revolucionarias tradiciones".
'Autoodio'
Marcial Gondar, también profesor de antropología en la universidad gallega, basó en la ruptura con el pasado y en el autoodio que se atribuye al carácter colectivo gallego la razón de que se considere la tradición como una rémora para lo moderno.Los historiadores Ramón Villares y Xan Carmona se mostraron críticos con la palidez del concepto de modernidad al tratar de aplicarlo al estudio histórico, y coincidieron en afirmar que era "un concepto un tanto difuso, ahora de moda por motivos políticos". Xan Carmona llegó a defender el uso de términos "más entrañables", como industrialización o feudalismo, y señaló que "el poder se ve obligado a usurpar discursos ajenos, tal vez por la falta de imaginación que provoca la institucionalización", concluyó el historiador.
Antropólogos como historiadores coincidieron en calificar el conservadurismo del campesino gallego como más ficticio que real, e indicaron que el policultivo, el cambio continuo del paisaje y el espíritu empresarial del emigrante son por sí solos capaces de desmitificar la imagen conservadora del hombre del campo gallego.
El medio rural, por cuya cultura había hecho Castelao una apuesta renovadora en su tiempo, fue también objeto de análisis en una mesa redonda sobre Modernización agrícola y movimientos ciudadanos, que complementaba otra sobre La perspectiva urbana. Según los ponentes, aquella dicotomía entre el campo y la ciudad que influyó en la creación cultural de la preguerra ha desaparecido, "ya que ahora el rural gallego es un espacio que está en permanente urbanización".
Las dos sesiones dedicadas al análisis y a la perspectiva artística y literaria desarrolladas ayer, en las que intervinieron, entre otros, los críticos Juan Manuel Bonet, César Antonio Molina y Anxo Tarrío, entraron más a fondo en el debate de los dos conceptos base del seminario.
María Luisa Sobrino, profesora de historia del arte, señaló por su parte que la modernidad aplicada al arte gallego contemporáneo adquiere especiales características como consecuencia de circunstancias tales como la inercia cultural de las instituciones, el conservadurismo de la sociedad, la reivindicación nacionalista de los círculos intelectuales y la situación periférica de Galicia. Estos condicionantes explican la tardía y peculiar introducción de las vanguardias y de su metodología en las formas expresivas de la plástica gallega, aunque ello no sea impedimento para que en determinados momentos de su trayectoria histórica éstas lleguen a alcanzar lenguajes originales y modernos.
Babelia
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