Defensa gestiona que Exteriores levante los embargos sobre ventas de armas a Chile

, Autoridades del Ministerio de Defensa han realizado en las últimas semanas gestiones para lograr que Asuntos Exteriores levante el embargo que mantiene sobre envíos de armas españolas a Chile, según informan fuentes gubernamentales. Se trata de varios contratos para suministrar al régimen de Augusto Pinochet, entre otras cosas, bombas de aviación, fusiles y ametralladoras, así como piezas de repuesto para diversas armas. Las divergencias entre Exteriores y Defensa han surgido dentro de la Junta Interministerial Reguladora del Comercio Exterior de Armas y Explosivos.

En el curso de una reunión mantenida en mayo por dicha junta -integrada por representantes de los ministerios de Comercio, Industria, Exteriores y Defensa-, el representarite de Exteriores, según las fuentes informantes, vetó la venta a Chile del citado material. Las razones políticas dadas para la prohibición estuvieron basadas en que el suministro de armas a Chile, que mantiene un litigio fronterizo con Argentina, podría originar en este país una reacción oficial contra España.En las últimas reuniones de la citada junta interministerial, Exteriores ha mantenido su veto sobre los contratos, si bien Defensa propugna que, puesto que se trata de pequeñas cantidades de armas y de material no altamente ofensivo, no deben existir problemas para realizar los envíos. En Exteriores, por el contrario, se mantiene el veto, y especialmente tras la represión que estos mismos olías se registra contra la población chilena.

Legalmente, no existe problema alguno para efectuar la venta, ya que la actual legislación española sobre la exportación de armas no recoge prohibición alguna de suministro de armamento a países que no respeten los derechos humanos. De hecho, en los últimos meses se ha autorizado la venta a Chile de piezas de repuesto para los 37 aviones C-101 vendidos por España a ese país, y ahora hay proyectos para vender a Pinochet dos simuladores de vuelo del mismo avión y para instalar en España una planta de la empresa de armas chilena Cardoen.

Condiciones mínimas

Ante cualquier posible exportación de armas, la junta sólo exige tres condiciones básicas: un certificado de último destino procedente de un país que no esté en guerra; que el traslado se realice en medios que no sean propiedad de países en guerra; y que el avión o buque usado no toque en su camino un país en guerra.En este sentido, la junta respeta teóricamente las normas de la ONU de no vender armas a países en guerra -si bien, a través de operaciones triangulares, llegan armas españolas a Irak o Irán- o países con un régimen racista, como Suráfrica, a donde sí se venden armas cortas o escopetas de origen español. Sin embargo, la junta no está sujeta a normas legales de carácter político y actua de acuerdo con sus propios criterios.

Hace año y medio, la junta logró detener una operación para vender material antidisturbios a Chile, especialmente camiones cisterna para lanzar agua a presión contra manifestantes. Meses antes, el Gobierno autorizó venta de material similar a Chile, ya que el mismo aparecía en los documentos oficiales como "bienes de equipo para transporte de líquidos".