El M-19 la bendición del Papa
Juan Pablo II emprende hoy su viaje a Colombia, la tierra del mítico sacerdote guerrillero Camilo Torres. Se trata del segundo papa que visita este país. El primero fue Pablo VI, en 1968. Estuvo sólo tres días, pero ya entonces fue tal la conmoción causada que, a su llegada, se registraron 1.000 desmayos en la principal plaza de Bogotá. En esta ocasión, el impacto será mayor, sobre todo si Juan Pablo II accede a la petición del grupo, guerrillero Movimiento Diecinueve de Abril (M-19) de que bendiga a sus miembros.
Juan Pablo II llegará esta noche, hora española, a la capital colombiana, desde donde comenzará su periplo apostólico de siete días a través de todo el país. El papa Wojtyla tiene previsto visitar, además de Bogotá, las ciudades de Chiquinquira, Cali, Tumaco, Popayan, Chinchina, Medellín, Armero, Bucaramanga, Cartagena, Baranquilla, Castries y Hewanorra, en la isla de Santa Lucía, desde donde regresará a Roma.Será una nueva prueba de fuerza física para Juan Pablo II, que está incluso preocupando en algunos ambientes vaticanos. Pero su médico personal ha asegurado que el Papa resistirá la prueba, como ya ocurrió en Perú, un viaje y un país, ha dicho, que posee las mismas características de Colombia. Ésta es la sexta vez que el Papa polaco deja Roma para visitar América Latina, donde en el año 2000 vivirá la mitad de los católicos el mundo.
Hace 18 años, cuando Pablo VI visitó Colombia, estaba naciendo la teología de la liberación. Ésta se basaba en el descubrimiento de que en el Evangelio son los pobres el sujeto de la historia y los depositarios de la revelación de Dios en Jesucristo.
Ahora, Juan Pablo II viaja a una Colombia formalmente democrática, pero agitada aún por mil fermentos y dificultades y que vive más que nunca bajo la pesadilla de duros movimientos guerrilleros. Movimientos que han dado ya los días pasados muestras de fuerza ocupando, aunque pacíficamente, dos de los seminarios que deberá visitar el Papa y dos iglesias del interior del país.
Quizá la mayor sorpresa del Papa en este viaje sea que le han pedido la bendición no sólo los curas, las monjas y los católicos practicantes, sino hasta el M-19, con una carta entregada en el Vaticano. La carta pide al Papa al que ofrece una tregua durante su permanencia en Colombia que dé su bendición a todos los colombianos, sin distinción, y concretamente "a todos los soldados y guerrilleros caídos en el combate". Y añade: "Y a nosotros, hombres y mujeres del M-19, que somos pueblo cristiano e hijos de Dios".
A su regreso de Santo Domingo, el papa Wojtyla sorprendió a los teólogos al afirmar que, además de la teología de la liberación, sería necesario en el futuro desarrollar lo que él llamó "la teología de la bendición".
Ahora esa teología la han hecho suya los guerrilleros colombianos. Claro, que dándole un evidente sentido político, porque con ella desean sentirse legitimados en su batalla ante la opinión pública mundial. Habrá que esperar para saber si el papa Wojtyla les concederá esa bendición o les enviará, como a los sandinistas en Nicaragua, sus saetas de abierta condena.
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