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AUTORES DEL OESTE Y DEL ESTE

El "cambio" cultural planea sobre un encuentro de profesionales en Moscú'

Pilar Bonet

PILAR BONETEl VIII Congreso de la Unión de Escritores de la URSS, que comenzó el martes 24, es uno de los principales indicadores sobre las intenciones liberalizadoras de la política cultural bajo el régimen de Mijail Gorbachov, reúne en el Kremlin a 600 delegados, representantes de los casi 10.000 miembros de la Asociación Profesional de los Escritores Soviéticos. Georgi Markov, de 75 años, presidente de la Unión desde 1971, sufrió un espasmo y tuvo que retirarse de la sala antes de terminar su discurso. El ambiente del congreso está plagado de tensiones entre los partidarios y los enemigos del cambio.

La Asociación citada es la que ha de velar por la línea ideológica y también proveer sustento y protección a sus miembros, que se reparten el 10% de los beneficios de todas las publicaciones literarias editadas en la URSS. Si se repite el ejemplo del reciente congreso de los cineastas soviéticos, el presidente de la asociación, Markov, será posiblemente sustituido en las elecciones para la nueva directiva, esta semana.

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Markov, un escritor bien encajado en el realismo socialista, y cuyos libros, en grandes tiradas, nunca faltan en las las librerías soviéticas, inauguró el congreso en presencia de Mijail Gorbachov y de la dirección política del país. El discurso, que aparecía ayer publicado en las páginas de Literaturnaia Gazeta (revista de la Unión de Escritores), no pudo ser leído hasta el final de un espasmo debido, al parecer, a la tensión nerviosa, según aseguraron testigos presenciales. Un redactor de Movi Mir, la revista literaria más prestigiosa de la URSS, continuó el discurso de Markov, donde se ataca al imperialismo, acusándolo de ser el principal culpable de la tensión, y donde se critica también al escritor Anatoff Kim, un autor de origen coreano cuya novela La ardilla es considerada como una de las mejores producciones de la literatura rusa moderna. Markov criticó La ardilla por su "comprensión atemporal del mal, la mezquindad y el egoísmo". En esta obra Kim muestra el destino de tres pintores que mueren uno en el exilio, otro en un accidente y otro de cáncer.

Gorbachov

A lo largo de toda la primera jornada del congreso Gorbachov no se movió del recinto. Pidió a los; escritores que aprendan a vivir en un ambiente de discusión más abierto, manifestaron medios soviéticos. El líder se había reunido la semana anterior con un grupo de escritores bien establecidos, para pedirles básicamente que procedan en el campo de la literatura a la reconstrucción que tiene: también lugar en el campo de la economía. Gorbachov aludió a la necesidad de producciones literarias en las que se exprese con calidad artística los conflictos modernos y los enfrentamientos reales.

En el panorama literario soviético coexisten actualmente signos; de cambio con resistencias a la liberalización, que pasan por bloqueos de algunas producciones; consideradas muy significativas; entre los entendidos, tales come) Los niños del Arbat, de Anatoli Ribakov, y La ropa blanca, del escritor V. Dudinzev. En Los niños del Arbat se toca el tema de la muerte de Sergei Kirov, ocurrida en 1934, y la implicación de Stalin en ella. En La ropa blanca se trata sobre el inquisidor de la biología y la genética en la época estalinista, Trofin Lysenko, cuya manía de aplicarmecánicamente la dialéctica marxista a la ciencia causó graves daños a la agricultura y ciencia soviéticas. Dudinzev, autor de No sólo de pan... (1956), una de las obras; más significativas del deshielo jruschoviano, lleva tres años intentando publicar su novela, y confila en que ésta verá al fin la luz a principios del año próximo.

Entre los síntomas positivos del cambio en literatura, medios soviéticos sitúan la publicación reciente de la novela corta El incendio, del escritor siberiano Valentín Rasputín, y El detective triste, de V. Astafief, en las revistas Nuestros Modernos y Octubre.

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Sobre la firma

Pilar Bonet
Es periodista y analista. Durante 34 años fue corresponsal de EL PAÍS en la URSS, Rusia y espacio postsoviético.

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