El Gobierno exige a la Comunidad Europea que intervenga para solucionar el conflicto pesquero hispano-francés

El Gobierno español ha solicitado a la Comunidad Europea que intervenga y dé una solución al conflicto pesquero, hispano-francés. Francia ha rechazado hasta el momento el dialogo e impide faenar a los pesqueros españoles en un triángulo de las aguas comunitarias que cae dentro de su zona de vigilancia y que limita con la zona española. El secretario de Estado de Pesca, Miguel Oliver, descalificó ayer el bloqueo del puerto) de Hendaya realizado por pesqueros españoles, y anunció que, si no cesan en su actitud, la Administración abrirá expedientes para delimitar las posibles responsabilidades.

El conflicto planteado por Francia, cuyas patrulleras impiden el faenamiento de los pesqueros españoles en, un rico caladero denomimado Eskote, fonterizo con las aguas españolas, es consecuencia de una imprevisión a la hora de redactar el Tratado de Adhesión. En este triángulo faenaban tradicionalmente los pesqueros españoles en virtud de los acuerdos de España con la Comunidad Europea como país tercero. Ahora Francia entiende que, al no queda especificada en el Tratado, esta zona queda prohibida a los pesqueros españoles.Sin embargo, el Gobierno esgrime que otros apartados del articulado sobre las condiciones del ingreso en la CE, como el artículo 160, establecen claramente que "las actividades de pesca especializada permanecerán idénticas a las que fueses aplicables inmediatamente antes de la entrada en vigor del Acta de Adhesión". Además, la postura francesa equivale de hecho a la creación de un área de prohibición exclusiva (un box en el lenguaje técnico comunitario), para lo cual no hay razones económicas ni decisiones comunitarias que lo avalen.

Aunque la inconcreción del Tratado se refiere a la pesca de merluza al pincho, Francia impide así mismo las capturas de anchoa, rape, cigala, abadejo y boquerón. Los más afectados son los 64 pequeños barcos pincheros cañeros de Fuenterrabía. La flota artesanal de este puerto depende en gran medida de este caladero, en el que pesca unas 1.000 toneladas anuales de merluza.

España planteó el pasado miércoles, a la Comisión Europea la exigencia de que defina este área y busque una solución al conflicto. Las autoridades francesas se han negado de momento a todo contacto con el Gobierno español, que pide una vuelta a la situación anterior al 1 de enero de este año hasta que la Comisión o el Consejo de Ministros de la CE encuentren una definición a la laguna del Tratado.

El secretario de Estado de Pesca, Miguel Oliver, hizo un llamamiento para que los pesqueros depongan su actitud y vuelvan a faenar. En su opinión, la postura de fuerza francesa persigue contar con un arma de presión para defender sus intereses en la pesca al palangre, tema sobre el que España está abierta al diálogo.