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El crecimiento de la duda pone nervioso al mercado

La actual situación de los mercados de valores recuerda a la que se vivió hace tan sólo un par de semanas, lo que está contribuyendo a aumentar el desconcierto entre los inversionistas particulares, que, a merced de sus nervios, se ven envueltos en un proceso vendedor que no entienden y que nadie parece capaz de justificar por el momento.Ni siquiera la nueva baja en los tipos de interés en los pagarés del Tesoro en la subasta celebrada ayer ha encontrado eco en el parqué, con lo que se puede sacar una idea muy aproximada del carácter interno de este movimiento. Aquellos que, a pesar de todo, tratan de encontrar un argumento que, cuando menos, enlace la situación de las bolsas con la del resto de la economía encontraron en el crecimiento desmesurado de la deuda pública un buen motivo para ponerse nerviosos.

Lo más curioso de todo es que nadie pone en duda que los mercados de valores van a retomar la tendencia alcista un día de éstos, lo que hace que sea mucho más difícil comprender las caídas que vienen registrando los precios. La sensación de que se está dejando bajar las cotizaciones vuelve a estar presente en el patio de operaciones, aunque esta situación es tan indefinida como el posible o posibles sujetos de la misma.

Pero el caso es que los precios bajan y que tan sólo un par de sectores se han librado de ceder más de dos puntos en esta última sesión. Los valores eléctricos sufrieron una corrección acorde con sus posibilidades, sin que en los corros se apreciara una presencia importante de órdenes vendedoras. Iberduero comenzó su ampliación de capital en la proporción de una acción nueva por cada ocho antiguas, a la par, con los derechos cotizando cuatro pesetas por encima del precio teórico, es decir, a 42,25 pesetas, cantidad que las acciones viejas descontaron junto con 1,5 enteros.

Con este precio de salida de los derechos de suscripción, las acciones nuevas resultan 9,76 enteros más caras que las viejas, una vez incluidas las diferencias de dividendo- y los gastos de corretaje, situación que encaja con la que registran otras ampliaciones.

Los valores bancarios han entrado de lleno en el ambiente del mercado, registrando un fuerte descenso en la cantidad de títulos negociados y un ligero incremento del papel puesto a la venta datos que por sí mismos indican que 10 que ha descendido ha sido el volumen de dinero en circulación. Sólo el Vizcaya consiguió capear el temporal entre los siete grandes, con un saldo comprador de poco más de 40.000 títulos, mientras que el resto sumaba 228.800 a la venta.

Entre los sectores industriales no varió la situación, cediéndose en numerosos casos cantidades en torno a los 10 enteros, algo que, por otra parte, se esperaba ya viendo el ambiente que se había generado en los corros eléctricos. Telefónica aguantó el chaparrón como pudo, pero no logró evitar perder el 200% en el mercado madrileño. Los índices generales han cedido entre 1,66, en Bilbao, y 4,01, en Barcelona, lo que reafirma la tendencia a la baja al imponerse los recortes por segundo día consecutivo.

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