Rechazados dos novillos de la corrida de hoy

Los veterinarios rechazaron ayer, en el reconocimiento, dos de los novillos de la ganadería de La Guadamilla que van a lidiarse esta tarde en Las Ventas. Uno de ellos será sustituído por un ejemplar de La Ermita -propiedad de Manuel Chopera-, y el otro es posible que sea también de La Guadamilla, para lo cual el ganadero ha enviado a los corrales una res más. Una vez reconocido, si tampoco diera el trapío exigido, saldría en su lugar otro novillo de La Ermita.

Morenito de Maracay, que cortó ayer una oreja, manifestó al término de la corrida: "He sido profeta, porque en mis declaraciones a -este periódico había dicho que rompería, por fin, en Madrid". Estaba contentísimo. Manili dijo, también al concluir el festejo, que se iba satisfecho pues el público había sabido valorar el peligro que tuvo su primer Pablo Romero.

Pedro Lara, que torea esta tarde en Las Ventas, dice: "Soy un novillero valiente; me dejo pegar por los toros, ya que al público eso le llega". Reafirma esta idea con otra razón: "Es lógico, por otra parte, que a los novilleros nos cojan más los toros que a los matadores, pues nuestra experiencia es menor".

Lara recuerda sus dos actuaciones en la feria de 1985: "Conseguí buenos momentos", - afirma, "que me han valido para hacer el paseíllo antes del actual ciclo isidril y hoy".

Los aficionados califican su toreo de amanoletado, lo que no disgusta a Lara: "Como me encuentro mucho más hecho como persona y torero, mi deseo es que el público diga que aún me parezco más a Manolete". El novillero ya tiene una peña de seguidores en su barrio de Vallecas. "Los vallecanos quieren presumir de un matador nacido allí, y yo seré el primero en la historia del barrio que tome la alternativa", dice.

Sobrino de Chicuelo II

Ricardo Sevilla, Chicuelo de Albacete, es novillero de dinastía. Sobrino de Manuel Jiménez, Chicuelo II, matador de toros desaparecido en accidente de aviación en 1960.

Chicuelo de Albacete promete iniciar sus faenas citando de lejos, con la muleta plegada, bien en la suerte natural o pasándose al novillo por la espalda. Es algo típico en su forma de torear. "Sé que es arriesgado, pero tengo cierto dominio de esta suerte", dice, "y puedo poner la plaza boca abajo o que el novillo me mande al reloj"

Su cartera, llena de triunfos en 1984, bajó en 1985, año en el que rechazó ir a Las Ventas "porque no me encontraba suficientemente preparado, pero", añade el torero, "tras mis éxitos al final de la temporada anterior, cuando gané el trofeo Zapato de Arnedo, recuperé la moral".

A Chicuelo le apodera Victoriano Valencia, que piensa que el novillero va a poner de pie a los aficionados de Madrid. "Van a ver, si acompaña mínimamente la fortuna, a un espada distinto, al auténtico Chicuelo", asegura. Hasta tal punto tiene fe en el de Albacete que ha firmado su repetición en Las Ventas para el próximo 15 de junio. Valencia toreó muchas tardes con Chicuelo II: "Era impresionante por su valor. Pero su sobrino es más ortodoxo, lleva a los toros más lejos".