El Gobierno prohibirá la importación de ordenadores, sin solucionar el problema de las homologaciones

Las negociaciones que venían manteniendo los responsables de la Asociación Española de Importadores de Productos de Electrónica (Asimelec) y el Ministerio de Industria para tratar de encontrar una solución a los problemas que plantea la homologación de los productos informáticos que tengan pantalla, teclado o impresora, concluyeron ayer sin haber alcanzado una solución para el sector.En estas condiciones, todo indica que el próximo día 28 de mayo -fecha en la que expira la prórroga de seis meses que aprobó la Administración para tratar de solucionar el problema de las homologaciones- se volverán a prohibir la venta, fabricación e importación de todos los productos informáticos que no cuentera con la homologación oficial.

El decreto de homologación, que estuvo en vigor un día, el pasado 28 de noviembre, prohíbe la fabricación, importación y venta de todos estos productos que no se ajusten a las normas técnicas y de calidad españolas. Entre las numerosas exigencias de seguridad y calidad figura la necesidad de que los ordenadores cuenten con la letra eñe, ausente de la mayoría de los teclados que se importan.

La patronal Asimelec solicitó a Industria la concesión de un número provisional de homologación, en tanto el ministerio aprobaba los distintos proyectos presentados. Sin embargo, la respuesta dada por el director general de Electrónica e Informática, Jaime Clavell, fue negativa, proponiendo como alternativa "tratar de agilizar al máximo, hasta el próximo 28 de mayo, la homologación de los proyectos presentados". Fuentes del sector aseguran que "con esta alternativa las cosas quedan en una situación similar a la de hace seis meses". Entonces, sólo dos firmas habían presentado los expedientes para la homologación de sus productos un día antes de que finalizara el plazo.

Durante la prórroga, el número de proyectos cuya aprobación ha sido ratificada por, el BOE se eleva a nueve, "aunque Industria ha afirmado", según fuentes empresariales, que ha comunicado verbal mente a las empresas la aprobación de otros 100 proyectos". En total, el número de expedientes que las empresas han presentado para su homologación se eleva a unos 200, sobre un total de unos 800 productos existentes ahora mismo en el mercado.

Afectado el 50% del sector

Para los responsables de Asimelec, que sostienen que el escaso número de proyectos presentados responde a las complejidades técnicas exigidas por Industria así como por su elevado coste -se calcula que cada proyecto asciende a un millón de pesetas-, la entrada en vigor de los decretos 1.250 y 1.251, que fueron prorrogados hasta el 28 de mayo, bloqueará la actividad de al menos el 50% de las empresas del sector e imposibilitará la venta, fabricación o importación de al menos el 80% de los productos que se comercializan en España.Por otra parte, los empresarios recuerdan que este tema de las homologaciones ya ha empezado a ocasionar problemas a nivel internacional. Concretamente, se refieren a la denuncia presentada por el Ministerio de Industria británico ante la Comisión Europea, fruto de las quejas manifestadas por la organización británica Bussines Equipment Trade Asociation, estrechamente vinculada en este tema a Asimelec.

El alcance económico que supondrá la entrada en vigor de los decretos que prohíben la venta, fabricación e importación de este, tipo de productos que no tienen homologación es dispar según las fuentes. Mientras los productores sostienen que la medida puede afectar a una buena parte de los 500.000 millones de pesetas que se importaron el pasado año en este capítulo, fuentes oficiales cifran el impacto en tomo a los 24.000 millones de pesetas.

Las normas de calidad son en todos los países de la Comunidad Europea un instrumento para defender los propios mercados. En España, la puesta en práctica de UNE (una norma española) tiene este objetivo, además de los mayores controles de seguridad y calidad que intenta implantar el Gobiemo.

España es un país netamente importador de productos electrónicos. Las compras al exterior superan los 250.000 millones de pesetas anuales. El 70% proviene de Estados Unidos y Japón. El resto es adquirido a Italia, RFA, Reino Unido y Francia, fundamentalmente.