Espartaco, con moral de triunfador

Espartaco, que cortó la primera oreja de la feria, 1stá con moral de triunfo tras finalizar su actuación en la tarde de ayer: "Este éxito es muy importante para mí, pues quiero ser el triunfador de 1986.". Ya lo fue en la pasada edición de San Isidro. "Pero aquello, que me sirvió de mucho, ya permanece al pasado", afirma; "ahora necesito redondear la feria el próximo día 21. A poco que me embistan los toros vuelvo a cortar orejas, pues mi preparación y moral anda a tope", señala el de Espartinas, "máxime tras el éxito de hoy".

Emilio Muñoz, que hoy se despide de la feria, afirma no tener demasiada suerte en Madrid. Se refiere a su anterior actuación en San Isidro, el pasado domingo, con los toros de Samuel Flores. "Me alegra que se publicara antes de la corrida que esta ganadería podía no salir buena, como así fue. Mis toros fueron auténticos mulos a los que no se les podía dar ni un pase".

El sevillano se siente, no obstante, satisfecho de la labor realizada: "Creo que estuve por encima de ambos enemigos, y al que abrió plaza lo toreé con gusto hasta que se rajó". Hoy tiene su última oportunidad en la feria, y piensa aprovecharla: "Aunque no depende de mí exclusivamente. La ganadería del Puerto de San Lorenzo me es poco conocida; sólo he matado sus toros una vez y no recuerdo nada especial de ellos, señala, antes de volver al tópico de la suerte: "Aún no se ha acordado de mí en Las Ventas. Quiero alcanzar los mismos éxitos que en la Maestranza, por ejemplo,"

La urgencia de triunfar

Los compañeros de Mufloz esta tarde, José María Dols Manzanares y Paco Ojeda, no se ven todavía con la urgencia histórica de triunfar. El de hoy es su primer paseíllo en el albero de la Monumental dentro de esta feria.

El alicantino ha declarado estar muy a gusto en Madrid, "a pesar de un pequeño sector del público que me pita por principio y desde que asomo por la puerta de cuadrillas". Se ha estado preparando intensamente en la provincia de Cáceres, junto a Pedro Dols, su hermano y eterno acompañante. Manzanares intentará superar las mediocres actuaciones de la feria de 1985, saldadas con, silencio, división y pitos.

El tercer espada, Paco Ojeda, vuelve a San Isidro tras su ausencia de la temporada anterior, en la que reapareció una vez finalizadas las comprometidas ferias de Sevilla y Madrid.

Además, el público de Las Ventas estará esta tarde pendiente de Paco Ojeda, no sólo por él, sino por el reto que el polémico taurmio José Luis Martín Berrocal, apoderado de Dámaso González, le ha lanzado en nombre de éste, a pesar de que su actuación en la corrida que abrió feria dejó mucho que desear.