El neoexpresionismo de Barceló
ALBERT MONTAGUTEl pintor mallorquín Miquel Barceló "no tardará mucho en deslizarse suavemente en la escena multinacional del neoexpresionismo, si es que aún no lo ha conseguido" según la opinión de Vivien Raynor, reflejada en una crítica de arte publicada por The New York Times el pasado día 18. Miquel Barceló (Felanitx, 1957) ha expuesto hasta hoy, sábado, un total de 20 obras en una galería del Soho neoyorquino propiedad de Leo Castell, el padre del pop art. La muestra finalizará el próximo día 3 de mayo.
Según The New York Times, Barceló es un pintor hot, que es como aquí se denomina a los artistas que consiguen penetrar en este dificil y exigente mercado con el empuje y la garra suficientes como para acaparar la atención de los críticos, las revistas y el público en general.
En esta crítica, ilustrada con una fotografía a dos columnas del lienzo Biblioteca con luz blanca (1986) -valorado en 24.000 dólares-, se explica, sin embargo, que el éxito de Barceló (29 años) no es fulgurante, que no es nuevo y que su carrera de éxitos comenzó cuando tenía 25 años y acudió a la bienal de Sáo Paulo y a la Kassel's Dokumenta. El New York Times destacaba también la participación del artista en la bienal de Venecia, en la exposición compartida organizada por Kynaston McShine, exhibida en el Museo de Arte Moderno de Nueva York (MOMA), en 1984, y que fue uno de los pintores elegidos por Donald Sultan para representar una visión de la nueva producción pictórica española en el Artist Space de Nueva York, Vivien Raynor opina que en la obra de Barceló se adivina una ligera influencia de Antoni Tápies, aunque reconoce que "está conexión es tenue porque Barceló tiene en la pintura su principal medio, aunque arrastre aparentemente en sus cuadros objetos esparcidos como cuerdas, colillas de cigarrillos y hojas de papeles", elementos tan característicos en la obra de Tàpies.
La crítica de The New York Times califica también a Barceló de "figurativo" y se complace en detallar su trabajo en el lienzo Biblioteca con luz blanca, "donde los papeles amontonados que componen la mayor parte del lienzo parecen arremolinarse sobre el lector, que aparece en el centro del cuadro", y destaca asimismo la fuerza de los trázos blancos sobre pintura negra que caracteriza a esta pieza, que califica como "la mejor obra de la muestra".
Barcelé ha expuesto individualmente en Nueva York por vez primera. Antes había partilipado en dos muestras conjuntas, y algunas de sus obras habían sido exhibidas incluso en el MOMA. Este pintor mallorquín explicó que había rechazado "por tres veces" las ofertas de exposiciones individuales de otros taritos galeristas neoyor quinos, hasta el pasado año: "Castelli fue a mi taller de París y me convenció de que tenía que venir; yo también creía que era el momento, y aquí estoy. El éxito no me preocupaba antes, ni tampoco me preocupa ahora, porque soy un solitario".
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