España votó en contra de América Latina en la resolución sobre la deuda externa de la CEPAL

La delegación española votó, junto con Estados Unidos, en contra del grupo de países latinoamericanos y del Caribe sobre deuda externa en la reunión del 21º período de sesiones de la Comisión Económica para América Latina y el Caribe (CEPAL), que se clausuró el viernes por la noche en México. El preámbulo de la resolución sobre Consecuencias y perspectivas de la deuda externa latinoamericana y del Caribe, patrocinado por todos los países latinoamericanos de la CEPAL, fue considerado inaceptable por Estados Unidos.

Los países de la Comunidad Europea, entre ellos España, no estaban de acuerdo con un párrafo del documento. Durante horas se trató de elaborar un texto de compromiso, pero no se logró un consenso y se procedió a votar.La resolución se aprobó con los votos favorables de todos los países latino americanos. En contra votaron Estados Unidos, España, el Reino Unido, Canadá, Francia y Holanda. El párrafo controvertido dice que, "teniendo presentes las iniciativas de los países latinoamericanos y del Caribe para afrontar el problema de la deuda externa en la región, así como el carácter esencialmente político de dicho problema, es necesario abordarlo con un enfoque global y urgente atender la demanda de una adecuada instancia de diálogo entre países deudores y acreedores para dar conjuntamente solución al problema de la deuda externa regional...".

Fuentes de la delegación española declararon que no se podía aceptar la calificación de "carácter estrictamente político" del problema de la deuda, ni la necesidad de abordarlo "con un enfoque global",, tampoco lo de "dar y conjuntamente solución al problema". La reunión de la CEPAL en México transcurrió entre las diferencias expresadas por Estados Unidos frente a las posiciones de los países latinoamericanos. El momento más candente se produjo durante los intercambios de ataques entre los representantes de Estados Unidos y los de Cuba y Nicaragua.

La importancia del FMI

La sangre no llegó al río porque, en definitiva, la CEPAL no es un organismo negociador, y las resoluciones aprobadas tienen sólo un valor declarativo. "Aquí se puede aprobar lo que sea sobre la deuda. Luego se lleva al Fondo Monetario, y allí todas esas declaraciones no valen nada", declaró uno de los delegados.La delegación de Estados Unidos se mostro muy puntillosa. Desde el primer día, pidió que constase en acta que "estamos sorprendidos e inquietos por el nombramiento de Cuba y Nicaragua para ocupar cargos de importancia en esta reunión". Contra la presidencia de Chile en uno de los comités la delegación estadounidense no objetó nada.

Se quedó solo EE UU, con su abstención, a la hora de votar sobre la celebración de una reunión especial de la CEPAL dedicada a la deuda externa. Esta reunión fue propuesta por el presidente mexicano, Miguel de la Madrid. La reunión se celebrará antes de fin de año en México. Entre bastidores, se interpretó esta abstención de Estados Unidos como una desconsideración hacia México y la propuesta de su presidente.

El documento más enjundioso de los que se debatieron ha sido el de Crisis, deuda y desarrollo, que había sido elaborado por el comité de expertos el pasado mes de marzo en Bogotá. Como sobre este documento sólo "se tomó nota", y esto vincula todavía menos, no hubo grandes polémicas, salvo las inevitables objeciones presentadas por Estados Unidos y el Reino Unido. La representación británica afirmó que los documentos "contenían ideas útiles, pero les faltaba equilibrio en cuanto al tratamiento de la deuda".

Sobre la deuda externa, el documento de la CEPAL declaró que es preciso concentrar la acción política en cuatro puntos:

1. El ajuste del servicio de la deuda a la capacidad real de pago de los deudores.

2. El establecimiento en algunos casos de límites al servicio de la deuda, en relación con los ingresos por exportación, que sean compatibles con las necesidades de desarrollo y los requerimientos de cada país.

3. El retorno de las tasas reales de intereses a sus niveles históricos y la reducción de los márgenes bancarios.

4. El aumento de las corrientes de fondos y los cambios positivos en las condiciones en que son otorgadas, así como el tratamiento diferenciado de la deuda actual y futura, con miras de contribuir, al desarrollo.

El documento califica de "insuficiente" el plan Baker. Asimismo, denuncia que Latinoamérica traspasa cerca, del 4% de su producto nacional bruto a los países industrializados para pagar el servicio de la deuda.