Los obispos españoles rechazan la práctica de la eutanasia directa
La Comisión Episcopal para la Doctrina de la Fe hizo pública ayer una nota sobre eutanasia en la que se condena la legalización de la eutanasia positiva directa, pero al mismo tiempo se reconoce el derecho de la persona a morir con dignidad, "evitándole abusivas prolongaciones de su vida". El documento se ha dado a conocer en el marco de la Asamblea Plenaria de la Conferencia Episcopal que se celebra esta semana en Madrid. Por otra parte, la Comisión Permanente aprobó ayer en una reunión extraordinaria, por 24 votos a favor y uno en blanco, el documento Los católicos en la vida pública, que será publicado próximamente.
Antonio Palenzuela, obispo de Segovia y presidente de la Comisión Episcopal para la Doctrina de la Fe, explicó que la nota sobre eutanasia arrancaba de los principios tradicionales de la moral católica, basados en el aprecio y respeto a la vida humana. Añadió que el texto va dirigido "a la comunidad cristiana y a todos los hombres de buena voluntad", y dije que será muy útil a los médicos, enfermeras y sanitarios, así como a los familiares que tengan que enfrentarse al problema de la desaparición de una persona.Los obispos también han tenido en cuenta una posible y futura legislación que podría plantearse en España sobre esta materia siguiendo los pasos de otros países. El obispo de Segovia anunció, por otra parte, que la comisión que él preside publicará próximamente otra nota -ya acabada- sobre la fecundación artificial.
En opinión de Javier Gafo, profesor de Bioética de la universidad de Comillas, que actuó como experto de la Conferencia Episcopal en la presentación del documento, "el texto va más allá de los problemas que puede plantear la eutanasia, puesto que habla de la muerte como tabú y de las dificultades del hombre actual de enfrentarse con la realidad de la muerte".
El documento se centra, según Javier Gafo, en un rechazo de la eutanasia positiva que supone la acción directa de los médicos para abreviar la vida del paciente, y del encarnizamiento terapéutico o acción médica centrada en prolongar la vida del enfermo. "El texto es", añade Gafo, "una aceptación de la muerte a su tiempo (ortotanasia)".
Como posición intermedia entre el rechazo de la eutanasia directa "por los gravísimos riesgos que conlleva" y el reconocimiento del derecho a una muerte digna los obispos admiten la utilización idónea y racional de los calmantes (por ejemplo, ciertos derivados de la morfina), aunque su administración pudiese ocasionar indirectamente un acortamiento de la vida.
