Obras y artistas que en Arco 86 'sacan los pies del marco'

La quinta edición de Arco, una feria dedicada a estimular el mercado del arte español ha forzado a una cantidad de artistas y galerías a buscar recursos para llamar la atención del visitante y posible futuro comprador. Es lo que se llama sacar los pies del marco. Las grandes galerías atraen con los nombres ya consagrados de autores nacionales, extranjeros, jóvenes revelaciones y difuntos divinizados, en espacios amplios que no hacen extrañar las instalaciones habituales de sus galerías. Ellos exponen además, por lo general, pintura y escultura con todas las garantías que el mercado ofrece a estos géneros convencionales.

El lienzo enmarcado o la escultura en materiales nobles entra en un sistema de valoración regido por las leyes internacionales del mercado del arte. Cuando no se quiere -o no se puede- acceder a esta carrera, se buscan otros caminos. En Arco 86 se encuentran algunos de estos caminos. 'Sacar los pies del marco' puede ser una ruptura con las reglas del mercado a favor de la creatividad y también lo opuesto, una concesión para facilitar la venta.Es mucho más difícil vender una obra que no se puede colgar cómodamente en un despacho o en un salón. La investigación en la expresión plástica pide a algunos artistas, como el colombiano Óscar Muñoz (pabellón 323-331-332) lanzarse directamente a un soporte insólito. Sus cortinas de baño reproducen en sombras sugerentes figuras y escenas cotidianas. "He querido que las imágenes que reproduzco queden en su contexto. Es a la vez una reflexión sobre el valor del arte. Sé que un formato como éste ofrece dificultades comerciales, pero vale la pena arriesgarse", afirma el autor.

La misma galería presenta obras de Rodolfo Vélez, dibujos sobre bolsas de papel que escapan incluso a esta limitación y se prolongan por las paredes del pabellón. Como él, Julio Vizquerra (pabelón 304-305) pretende escapar a las ataduras del marco. Sus estridentes naturalezas muertas arrojan manzanas, peras y otras frutas verdaderas fuera del cuadro pintado. "Incluso el marco del cuadro lo pinto yo porque siento que debo integrarlo a mi trabajo. Llega un momento en que tienes que expresarte de una manera distinta", dice un artista que quiere escapar al corsé.

Altos en un paseo

El caso de Miguel Jiménez Granados es similar. Sus esculturas blandas -ninguna novedad en sí, ya que hay un movimiento norteamericano muy amplio en este sentido- experimentan con texturas y materiales mucho más difíciles de vender que las esculturas en materiales nobles. "Yo me he enterado que existía este movimiento de la escultura blanda hace muy poco, pero lo que yo busco es una forma que me permita expresarme tanto en la escultura como en la pintura, y lo he hallado", dice.Parecidos objetivos y técnica similar, ofrece Inés Vega, que trabaja cabezas de pequeño formato en las que el retrato es el género en experimentación (pabellón 27).

Hay también en Arco 86 retazos conceptualistas, vídeos y fotos de instalaciones y el infaltable Wolf Vostell (pabellón 23), que revuelve esta vez nuestro paseo con un tractor volcado y un zapato del que mana sangre gota a gota. Es más curioso encontrar en esta feria un objeto como las sillas de Frank Benz (pabellón 350). A medio camino entre la escultura y el mueble, como diseño industrial o encuadrado en el apartado de decoración, se encuentran un poco solas en esta exhibición.

Hay quienes se salen del marco para poder vender con mayor facilidad. Sólo dos ejemplos: las pequeñas piedras de pizarra pintadas al óleo y esmaltadas de Juan Diego (pabellón 377-378) ofrecen al visitante la oportunidad de llevarse por lo menos un pequeño objeto artístico único por precios de hasta mil pesetas.

Otra forma de venta es la de Barraca (pabellón 232), quien vende su pintura sobre papel por metros, e instala directamente el rollo en un soporte metálico que le permite cortar la obra como quien corta papel para envolver en pescado. Por último, podría destacarse la participación de la galería gaditana Magda Bellotti (pabellón 104-105), que se presenta con las maquetas de los proyectos, entre arquitectónicos y conceptuales, de Juan Navarro Baldeweg, Nacho Criado, Guillermo Pérez Villalta, Carlos Pazos y Walter Manchetti.

No hay nada en venta en esta galería, pero se pretende con esta muestra, además de dar a conocer la magnitud de los proyectos ganadores del concurso convocado por la Diputación de Cádiz, tratar de obtener financiación privada para llevarlos a cabo.