Unas siamesas, trasladadas desde Guinea hasta Madrid para ser operadas
Carmen y Teresa, dos niñas siamesas unidas por la zona sacra, están siendo tratadas en el hospital infantil del Niño Jesús, en Madrid, adonde llegaron el 29 de marzo, procedentes de Malabo. Contaban entonces 45 días de edad, y el estado de una de ellas era casi crítico, producido por un cuadro obstructivo intestinal. Según José Manuel Ollero, director del hospital infantil del Niño Jesús, aún no se conoce con precisión, a pesar de las múltiples pruebas a que han sido sometidas, qué parte de su organismo es común y, por tanto, si será posible separarlas.
Para corregir la obstrucción intestinal se les practicó una colostomía a ambas, para facilitar la evacuación. En los reconocimientos médicos que se les han practicado se aprecia que cada una de ellas tiene un único riñón, pero el de Teresa era displásico -no funciona- y multiquístico. El estado de esta niña se agravaba, además, con una cardiopatía. Carmen, en cambio, presenta un funcionamiento normal del riñón y el corazón, pero tiene el hígado al lado izquierdo.No se conoce exactamente qué partes de la columna vertebral y sistema nervioso comparten, ya que ambas mueven las piernas sin dificultad. Tampoco se sabe si tienen un aparato genital único, ni la disposición del aparato urinario. Hasta que no se practique un escáner -para lo que habrá que trasladarlas de nuevo, ya que la clínica Infantil del Niño Jesús no cuenta con este aparato-, así como otro tipo de pruebas, no se conocerán las posibilidades reales de separación. "En realidad", dice el doctor José Manuel Ollero, "no sabemos qué hacer ni cuál es la ética a seguir. Personalmente, yo creo que son inseparables, a no ser que una de ellas se muera".
En los últimos días la situación de las niñas ha evolucionado favorablemente, pero toda la semana pasada estuvo permanentemente dispuesto el personal de un equipo quirúrgico para que, en caso de que una de ellas falleciera, realizar inmediatamente una separación de urgencia. Las niñas nacieron en un parto normal y no fue necesario practicar una cesárea a la madre, según ha informado ésta a los médicos. Hasta su traslado a Madrid fueron alimentadas sin ningún tipo de ayuda por su madre. En estos momentos, aunque les sigue dando el pecho, las niñas reciben una alimentación suplementaria.
En mayo de 1985 nacieron dos niños siameses en Jaén. Estaban unidos por el tronco, con dos únicas piernas para ambos, y fallecieron a los dos meses.
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