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Reagan cree que puede hostigar a la URSS sin dañar el diálogo entre las superpotencias

Francisco G. Basterra

La agresiva política de EEUU hacia los Estados amigos de la URSS en el Tercer Mundo, que puede reafirmarse con un nuevo ataque contra Libia y que ofrece su más claro ejemplo en Nicaragua, no va a impedir que Ronald Reagan y Mijail Gorbachov vuelvan a reunirse este año en una nueva cumbre. Washington considera que puede continuar hostigando a Moscú en el Tercer Mundo y proseguir sus planes de rearme nuclear -hay prevista una nueva prueba atómica en el desierto de Nevada para la próxima semana- sin que se rompa el diálogo fundamental entre las dos potencias, aseguraron fuentes de la Administración.

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Reagan está convencido de que la recuperación económica y el rearme alcanzado han puesto claramente a Estados Unidos por encima de la URSS, y cree también que Moscú "está a la defensiva", dicen fuentes del Gobierno. "La idea es que los soviéticos se estaban moviendo con agresividad en los años setenta, pero ahora somos nosotros los que tenemos la iniciativa, y ellos lo saben", añaden. La Administración ha concluido que la URSS ha querido abarcar demasiado en su expansión en el Tercer Mundo y, con la llegada al poder de Mijail Gorbachov, necesita una etapa de calma internacional para resolver sus graves problemas económicos.Este pronóstico optimista refuerza una política norteamericana más agresiva de contención activa de la URSS en las periferias regionales, defendiendo las revoluciones democráticas y el rearme a las guerrillas anticomunistas en Angola, Nicaragua, Camboya y Afganistán. Observadores independientes, sin embargo, creen que la asunción de que Moscú aguantará el activismo norteamericano puede ser peligrosa.

Para mantener el equilibrio y una política estable que no produzca un enfrentamiento directo entre las dos superpotencias, afirman medios gubernamentales, Estados Unidos no se enfrentará decididamente a la URSS en sus zonas de interés vital y, en consecuencia, la Administración confía en que Gorbachov no responderá militarmente en Nicaragua o Libia. Se cree que la URSS no interpretará la nueva agresividad mostrada por Estados Unidos en los conflictos regionales -y la utilización, limitada y temporal, de la fuerza militar- como un reto global a su poder. Washington acaba de anunciar que enviará misiles portátiles antiaéreos a las guerrillas anticomunistas de Angola, Nicaragua y Afganistán.

"El momento actual es especialmente propicio para alimentar las dudas soviéticas sobre la rentabilidad de sus lazos con sus Estados clientes. En este período de sucesión es más probable una revisión de la política de la URS S", afirmó Reagan en un reciente mensaje al Congreso para explicar el alcance de la doctrina Reagan, de apoyo a los movimientos anticomunistas del Tercer Mundo.

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El cuándo y el cómo

El castigo propinado por la VI Flota a Muammar el Gaddafi no ha sido respondido por la URSS más que con un apoyo verbal a Libia. Fuentes de la Administración dijeron ayer que Reagan ya ha decidido tomar represalias militares contra Libia después de los recientes atentados contra un avión de la TWA y una discoteca de. Berlín Oeste, en los que murieron cuatro norteamericanos. El presidente cree tener pruebas que demuestran la intervención de Gaddafi, al menos en la acción de Berlín Oeste. Se trata de determinar cuándo y cómo se materializará la respuesta. Se esperaba que Reagan tratase del terrorismo y las relaciones con la URSS en la conferencia de prensa que tenía previsto celebrar la pasada madrugada (hora peninsular). EE UU advirtió a la URS S de su acción de marzo contra Libia para evitar víctimas soviéticas.

El presidente volvió a avisar el martes a Anatoli Dobrinin, hasta ahora embajador de la URSS en Washington, de que su amigo libio puede volver a ser de nuevo su objetivo, y señaló al enviado de Gorbachov que era excesivo el nivel de armas soviéticas; en Libia. Reagan pidió también que la URSS tome medidas para acabar con el terrorismo que, según Washington, instiga y exporta Gaddafi. Gorbachov no acepta esta argumentación y se niega a acceder a la petición norteamericana de que la República Democrática Alemana. cierre la Embajada de Libia en Berlín Este. Washington admite que la URSS no apoya directamente el terrorismo, aunque cree que ha dado en ocasiones "apoyo indirecto a grupos terroristas".

Washington y Moscú acordaron el martes celebrar una nueva cumbre en EE UU, que servirá para reavivar el alicaído espíritu de Ginebra, sin condiciones previas y con el único objetivo de que se alcancen resultados prácticos. Hace unos días se afirmaba aún que los signos negativos surgidos en la relación bilateral hacían muy difícil celebrar una cumbre este año.

Pero Gorbachov acudirá a Estados Unidos. Reagan quiere que viaje por el país y visite California, sin que previamente se llegue a un acuerdo sobre control de armamentos nucleares, como exigía hasta ahora el líder soviético. Washington no está dispuesto a condicionar la agenda de la cumbre, y hay síntomas que indican que la Administración norteamericana -importantes sectores de la cual no creen en la necesidad del control de armamentos- puede vivir perfectamente sin acuerdos de este tipo. En la entrevista mantenida el martes en la Casa Blanca entre Reagan y Dobrinin, el presidente dejó claro que no está dispuesto a que el control de las armas atómicas domine y condicione la relación entre los dos países.

Reagan quiere dedicar la misma atención a los conflictos regionales y a los derechos humanos que al control de armas. La actual Administración norteamericana estima que en la época de Richard Nixon y Jimmy Carter se permitió a la URSS que el control de armamentos dictara el tono de las relaciones, "lo que jugaba a favor de Moscú, que se permitió retar a los intereses norteamericanos en diferentes puntos del mundo", según un alto funcionario. Se trata de volver a la teoría del linkage (vinculación), que fue enunciada, pero no practicada, por Henry Kissinger en los años setenta. "Se trata de decir a los soviéticos que no crean que vamos a dejar que el control de armamentos se convierta en algo tan importante que no pueda ser deshecho por su comportamiento en el Tercer Mundo", explicó el citado funcionario.

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