Italia deja en suspenso las exportaciones de vino no garantizado

09 abr 1986 - 00:00CEST

Las autoridades italianas decidieron ayer suspender de hecho temporalmente sus exportaciones de vinos no acompañados de un certificado de análisis que garantice su pureza, a raíz del envenenamiento con metanol (alcohol metílico) sufrido por algunos caldos italianos y que ha causado ya 17 muertos en Italia. La medida fue comunicada por el Gobierno a sus socios de la Comunidad Europea (CE) y permanecerá en vigor "unos días", hasta que se ponga a punto técnicamente un certificado de calidad que acompañará las exportaciones vinícolas italianas, según informó un portavoz de la CE en Bruselas.

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Sin embargo, las exportaciones de vinos italianos que cuenten ya con certificados de análisis otorgados por laboratorios especialmente autorizados -garantizando que su contenido en metanol es conforme a las normas sanitarias europeas- podrán seguir adelante. El Comité de Gestión del Vino de la Comunidad Europea (CE), reunido ayer en Bruselas, no ha adoptado ninguna restricción comunitaria a la circulación de caldos italianos en los países que la integran. Simplemente "ha tomado nota" de la decisión italiana del pasado 28 de marzo de establecer un control estricto sobre la calidad de los caldos.Italia es el principal productor mundial de vino, con 65 millones de hectolitros, seguido por Francia, con 64 millones, y por España, con 35 millones.

El Gobierno español garantizó ayer la imposibilidad de que entren botellas de vino italiano adulterado en nuestro país. Fuentes del Ministerio de Agricultura, relacionadas con los servicios de inspección y fraude, aseguraron este extremo de forma tajante.

Según el Ministerio español de Sanidad, se han reforzado durante los últimos días los controles sanitarios que "se venían efectuando sobre las importaciones y las existencias comercializadas en el interior".

La importancia del problema comercial para Italia -61 industrias fueron denunciadas por el Gobierno, acusadas o sospechosas de adulterar el vino con metanol- ha hecho que el ministro de Agricultura de ese país, Filippo Pandolfi, viajara ayer a Bonn y a París para explicar el problema creado y analizar las posibles soluciones.

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En Francia, se confirmó también que son tóxicos los 1.200 hectolitros de vino procedentes de Italia que fueron confiscados a finales del mes pasado en la aduana de Modane (Saboya), según declaró ayer a France Presse el inspector regional de Aduanas Jacques Avillac.Los análisis realizados han permitido establecer, según dicha fuente, que las dosis de metanol de esa partida eran entre ocho y 10 veces superiores a lo que indican las normas habituales.

Según fuentes policiales citada por la agencia Efe, los 1.200 hectolitros que llegaron a la frontera francesa a finales de marzo en cuatro vehículos cisterna pertenecen a una empresa del sur de Italia relacionada con la distribución del vino adulterado.

Los caldos debían ser embotellados y comercializados en el este de Francia. Este país es uno de los principales importadores de vino italiano (unos 600 millones de litros anuales), mientras que las exportaciones de vino francés a Italia son de sólo 8 millones de litros.

En Italia, una nueva muerte, ocurrida ayer en Brescia, es atribuida a los efectos del vino envenenado, aunque el caso está por investigar, informa la agencia Efe.

Los distribuidores suizos de vino, por su arte, reaccionaron ayer con calma ante la publicación por las autoridades de su país de una lista de 62 vinos italianos sospechosos de estar envenenados con metanol. Los comerciantes helvéticos señalaron que las "recomendaciones" de las autoridades suizas sobre esos vinos eran "desmesuradas".

El pasado viernes, Dinamarca prohibió la importación de alcoholes italianos y ayer cornenzaron en ese país, los controles de las partidas de vino italiano acumuladas en tiendas y almacenes por los importadores.

Ante la magnitud de las repercusiones internas e intemacionales del problema, el Gobierno italiano estudiará en el Consejo de Ministros que se celebrará mañana un borrador de las medidas a adoptar para combatir fraude, elaborado conjuntamente por los ministerios de Sanidad, Agricultura y Finanzas.

El ministro de Agricultura explicó que las líneas principales de ese borrador son el aumento de las pruebas y sanciones administrativas para los responsables de las adulteraciones. Los titulares de las empresas sancionadas no podrán continuar desarrollando su actividad, ni a través de terceras personas.

Asimismo, se prevé la agilización de los procedimientos para conseguir el certificado de análisis que debe acompañar a las partidas de vino para la exportación, y el aumento de los efectivos para la represión del fraude.