La tribu del éxito
Un reducido grupo de actores copa los repartos del nuevo cine español
Un castizo diría que son el ajo de todas las sopas. Lo cierto es que hay un reducido grupo de actores cuyos nombres se repiten una y otra vez siempre que se produce un estreno cinematográfico. Son Imanol Arias, Ángela Molina, Ana Belén, Amparo Muñoz, Antonio Resines, Victoria Abril, Assumpta Serna, Fernando Fernán-Gómez o Francisco Rabal, entre no muchos otros. Parece como si su inclusión en un reparto fuera la garantía del éxito.
La familiaridad de los rostros de estos actores con los espectadores se empezó a producir durante los últimos cuatro años, de forma que las películas españolas de mayor éxito han ofrecido una y otra vez las mismas caras para distintos protagonistas.El director Emilio Martínez Lázaro tiene actualmente en cartel un filme, Lulú de noche, cuyo reparto es un compendio de los nombres más de moda del cine español: Imanol Arias, Amparo Muñoz, Antonio Resines y Patricia Adriani. Martínez Lázaro acepta que, sólo en parte, la elección de los actores pueda estar en función de su moda temporal. "Yo, de entrada tenía dos nombres clarísimos: Antonio Resines y Patricia Adriani. Con Amparo Muñoz hacía más de 12 años que quería trabajar, porque es una mujer que me encanta, con una personalidad superinteresante y que yo sabía que podía dar muy bien. En los casos de Assumpta e Imanol pudo influir en parte la moda, aunque los dos daban perfectamente el tipo que querían que interpretara. Imanol era perfecto fisicamente porque, por un lado, tenía la imagen de chico guapísimo y de buena persona difundida por la televisión, y, por otro, yo sabía que podía dar el tipo peculiar y malvado que da en Lulú".
Martínez Lázaro cree que el reparto de una película es importante a la hora de vender un producto, pero niega tajantemente la posibilidad de que un filme se salve por la moda de los actores que la interpretan y pone el ejemplo de El fuego eterno, de José Ángel Rebolledo, protagonizada por Imanol Arias y Ángela Molina, que fue un fracaso de público.
El director de Lulú de noche cree que los productores españoles no suelen imponer nombres en los repartos de las películas y reconoce que la presencia reiterada de algunos actores supone que algunos hayan aumentado desmedidamente su cotización. "A mí me parece muy bien que cobren lo más posible, pero yo me niego en redondo a pasar por las cantidades que algunos, los menos, piden".
El director Manuel Gutiérrez Aragón, quien actualmente rueda La mitad del cielo, protagonizada por Ángela Molina, Fernando Fernán-Gómez y Antonio Valero, opina que la repetición de nombres obedece a un cierto miedo y timidez de la industria cinematográfica. "A mí no me gusta que esto ocurra y es algo que me preocupa. La gente puede tener la sensación de que va siempre a ver las mismas películas con los mismos personajes. Casi siempre procuro buscar nombres nuevos, y de hecho yo rodé con Imanol Arias y Ángela Molina cuando eran unos desconocidos".
Gutiérrez Aragón asegura que los productores no le suelen imponer los nombres de los actores. "Yo tengo una fórmula muy particular, que se la brindo gratis a todos mis compañeros: empiezo un guión y, cuando voy más o menos por la mitad, llamo a los actores. Cuando hemos llegado a un acuerdo, prosigo ya el guión, adaptando los diálogos y las situaciones a los actores que he elegido".
Manuel Gutiérrez Aragón no cree que las últimas realizaciones cinematográficas se estén encareciendo por la elevada cotización de estos actores, sino por causas más generales. "Los presupuestos de las películas se encarecen igual que el resto de las cosas. No sólo porque los actores que más trabajan sean también los que más cobran. No hay que pasar por alto que esos aumentos se han producido muy notablemente entre los técnicos".
Aceptación
Jesús García Ciordia, representante de una gran parte de estos artistas (Ana Belén, Imanol. Arias, Eusebio Poncela, Charo López), asegura que estas modas son como la pescadilla que se muerde la cola. "A partir de una, película de éxito o la emisión de una serie de televisión que haya tenido una cierta aceptación, parece que estén llamando siempre a los mismos. Pero lo cierto es, que creo que no hay una razón. absolutamente lógica. Creo que son gentes con un algo especial que les hace conectar con el público, aunque en esa relación in-
fluya la actitud personal y forma de vida que de estos actores trasciende a la gente a través de los medios de comunicación. Y en esa visión suele influir la inteligencia del actor, la forma en que se desenvuelve en las entrevistas desde luego, el trabajo que realiza".García Ciordia, que no quiere hablar de la cotización de sus representados "porque es un tema (que despierta malos rollos en la profesión", sí reconoce que Ana Belén es la actriz que más cobra por un rodaje, y añade que el número de filmes que anualmente suele hacer cada uno de estos actores está, generalmente, en función de la calidad de las, ofertas. "El caso de Imanol Arias, que Sólo hace dos películas por año, es algo aparte, aunque es una práctica muy extendida entre los actores más importantes del mundo".
Lo curioso del caso es que casi todos aseguran hacer muy pocas películas al año y, en ningún caso quieren hablar de dinero. No obstante, también todos los consultados señalan que la máxima cotización económica la disfruta Ana Belén -alrededor de 10 millones de pesetas por película-, seguida de Imanol Arias y de Ángela Molina -entre siete y ocho millones-"Pero nada me ha resultado gratis", dice Ana Belén, "porque yo llevo trabajando desde los 13 años. No creo que mi nombre o el de mis otros compañeros sirva para garantizar el éxito de tina película. Esto no ocurre ni en cine ni en teatro. Creo que si se nos llama a nosotros es Iporque encajamos con un personaje y el director considera que podemos encajar en la película. Al final, una película funciona por una serie de circunstancias".
"Yo, concretamente", añade Ana Belén, "sólo he hecho tres películas en los dos últimos años (Demonios en el jardín, Sé infiel y no mires con quién y La corte del faraón), lo que ocurre es que todas ellas han tenido una gran aceptación y parece que mi presencia se multiplica, pero la realidad no es esa. Mi única norma de trabajo es que el guión y el director me interesen. Luego viene todo lo demás".
Ana Belén prefiere no hablar del dinero que percibe por sus actuaciones, aunque admite ser la que más cobra, e insiste en que esto no es producto de la casualidad sino de años de trabajo. "Ahora empiezo el rodaje de Adiós, pequeña, con Imanol Uribe, porque me ha gustado la historia y la forma de trabajar de este director. No me planteo el hacer una o más películas al año. Todo depende de las ofertas que me llegan y actúo en consecuencia".
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