Creada una cartilla sanitaria de la tercera edad de carácter voluntario
Los ministerios de Sanidad y Consumo y de Trabajo y Seguridad Social pondrán en el plazo de un mes a disposición de los casi seis millones de personas que han superado la edad de jubilación -65 años- que existen en España la llamada Cartilla sanitaria de la tercera edad.Este documento recogerá datos prácticos que el anciano necesite tener a mano, de forma rápida y en cualquier momento sin necesidad de retenerlos en la memoria ni llevar encima otros documentos médicos.
La cartilla no sustituirá, sin embargo, al documento de afiliación de la Seguridad Social ni a la tarjeta de desplazado.
La cartilla fue presentada ayer por el ministro de Sanidad, Ernest Lluch, como una vieja aspiración de muchos millones de ancianos españoles.
Se trata de un documento confidencial y sus datos serán exclusivamente utilizados con fines médicos y sociales. Por estas razones no se podrá anotar ningún dato en dicho documento en contra del deseo del usuario.
Figura en la cartilla información personal, datos sociales referidos al ambiente en el que desarrolla su actividad (si vive sólo o en familia, el tipo de vivienda, su caracter de pensionista), datos médicos (grupo sanguíneo, tensión arterial, enfermedades crónicas, medicamentos que toma habitualmente, alergias, medicamentos contraindicados, hospitales en los que ha estado ingresado en los últimos dos años) y hábitos de vida.
La Cartilla de la tercera edad constituye una oferta conjunta de los ministerios de Sanidad y Consumo y Trabajo y Seguridad Social.
Su implantación no es de carácter obligatorio. Podrá recogerse a partir del próximo mes de abril en todos los centros asistenciales, hogares de pensionistas, Instituto Nacional de la Salud, Instituto de la Seguridad Social e Instituto de Servicios Sociales.
Paralelamente Ernest Lluch anunció que el Ministerio de Sanidad está estudiando un plan para afrontar los problemas específicos sanitarios que tiene la asistencia geriátrica en España.
El ministro admitió que se requiere un cambio profundo en la sanidad española para atender como es debido a un sector que aumenta a gran velocidad.
