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Y, sin embargo..., le elogian

Pilar Bonet

Los elogios a Mijail Gorbachov siguen sonando en el Palacio de Congresos del Kremlin, pese al corte que dio el máximo dirigente de la URSS al jefe del sindicato de trabajadores cinematográficos, Lev Kulidzhanov, cuando éste se pasó al decir que el informe del secretario general le había sabido a poco.En un incidente reproducido por Pravda, Gorbachov interrumpió a Kulidzhanov para ordenarle que dejara de repetir el nombre de Mijail Sergeievich, la forma de cortesía -nombre de pila y patronímico- que usan los rusos para relacionarse entre sí.

Desde entonces, Pravda ha seguido recogiendo palabras lisonjeras para Gorbachov pronunciadas por los oradores en el Congreso. Los piropos aparecen, sin embargo, mediatizados por el informe del Comité Central que Gorbachov leyó el pasado día 25 de febrero. Con ello lo que se elogia no es la persona, sino la acción.

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Así, el ministro de Vías de Comunicación, N. Konarev, decía que el informe, con sus "revolucionarias llamadas al partido para que vaya por el camino de Lenin", produjo una "excepcional impresión" en los ferroviarios. Por su parte, el primer secretario de la región de Novosibirsk, Filatov, señalaba que el informe era "profundo por su contenido", "objetivó por su análisis" y "valiente por las tareas propuestas". Otro delegado lo etiquetaba como "un ejemplo de profundo y multilateral análisis marxista-leninista de la situación real" y un "concreto y meditado programa de acción". Otro decía que el texto era "brillante y convincente" y había dado un "fuerte impulso a la disposición combativa de todo el partido, de todo el pueblo soviético". El primer secretario de Moldavia, S. Grossu, elogiaba las iniciativas de Gorbachov del 15 de enero y el nombre del secretario general, aunque con menor profusión que antaño, se repite en casi todas las intervenciones.

Cierto es que, en Moscú, durante el 27ª Congreso, sólo hay banderas rojas y retratos de Lenin, a diferencia de 1981, cuando el retrato de Leonid Breznev se encontraba por doquier. Habida cuenta, sin embargo, de que Gorbachov insiste en el ejemplo del dirigente modesto, uno de los mejores elogios que se le pueden hacer es mostrarle como tal, y eso fue lo que hizo Pravda, al difundir en días pasados su diálogo público con Kulidzhanov.

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Sobre la firma

Pilar Bonet
Es periodista y analista. Durante 34 años fue corresponsal de EL PAÍS en la URSS, Rusia y espacio postsoviético.

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