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REVUELTA EN EGIPTO

Toque de queda en El Cairo para sofocar un motín de la policía

El Ejército egipcio controlaba anoche la situación después de varias horas de amotinamiento de varios miles de reclutas que hacen el servicio militar en la policía, en El Cairo y algunas localidades próximas a la capital. El Gobierno decretó el toque de queda en la capital durante todo el día y por un período indefinido, desplegando al Ejército por las calles. Sin embargo, a partir de hoy, jueves, se levanta el toque de queda entre las once y las catorce para que la población pueda hacer sus compras. Según fuentes oficiales, en la zona de las pirámides murieron 15 civiles y más de 300 personas resultaron heridas, de ellas, 64 civiles. Un portavoz gubernamental afirmó que todos los amotinados habían sido detenidos.

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El presidente egipcio, Hosni Mubarak, excluyó ayer en una declaración toda "complacencia" con los amotinados y calificó la rebelión de "acto criminal". El motivo aparente de la revuelta fue la protesta por la ampliación en un año del servicio militar obligatorio en la policía de seguridad. Se trata de la crisis más seria desde el asesinato del presidente Anuar el Sadat, en octubre de 1981.Los amotinados asaltaron en la noche del martes varios edificios e incendiaron y saquearon dos hoteles de lujo en la zona de las pirámides: el Jolie Ville y el Sphynx. También fue atacado el famoso hotel Mena House y algunos bares y clubes nocturnos. De fuentes oficiales se asegura que no hay muertos entre los turistas. La representación diplomática española confirma, por su parte, que no hay españoles entre las víctimas. El Ministerio español de Asuntos Exteriores ordenó al embajador en El Cairo que facilite la salida del país a todos los españoles que deseen hacerlo. La tripulación de un vuelo de la compañía Iberia se encontraba ayer aislada en el hotel Mena House, así como un grupo de destacados tenistas españoles que participaban en un torneo en El Cairo y que están recluidos en el hotel Marriott, pero sanos y salvos.

Miles de coches bloquearon en la tarde de ayer el centro de El Cairo al acercarse la hora en que entraba en vigor el toque de queda, que tuvo que retrasarse de la una a las cuatro de la tarde ante la imposibilidad de vaciar una ciudad de 14 millones de habitantes, en la que el tráfico es siempre caótico.

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Más de 20 tanques cercaron en las pirámides a los policías amotinados contra la ampliación del servicio militar

Viene de la primera páginaA última hora de la tarde la situación era de calma relativa, con una intensa vigilancia militar. Las principales calles se encuentran cortadas por barricadas formadas por el Ejército, y se había doblado la vigilancia de las embajadas y los edificios más importantes. El aeropuerto estuvo cerrado durante la mañana de ayer, aunque posteriormente se informó que había sido reabierto de forma parcial.

La reina Margarita de Dinamarca, que se encontraba de visita en El Cairo, fue conducida ayer al aeropuerto, fuertemente escoltada, por temor a que se reprodujeran los disturbios. El primer ministro griego, Andreas Papandreu, también se encuentra en Egipto, pero haciendo un recorrido turístico por las ciudades del Sinaí.

El Gobierno envió inmediatamente unidades militares que rodearon con más de 20 tanques la zona de las pirámides e impuso el toque de queda durante todo el día, con el solo lapso de las 11.00 a las 14.00 horas locales para permitir aprovisionarse a la población.

El motín, en el que han participado también, según testigos, algunos jóvenes vestidos con la clásica galabía o túnica islámica, comenzó cuando en la noche del martes aparecieron los rumores de que el servicio obligatorio en la policía de seguridad -una policía paramilitar cuya responsabilidad va desde el control de las manifestaciones a la vigilancia de las embajadas- sería ampliado de tres años y medio a cuatro y medio. La agencia de noticias oficial egipcia, Mena, dijo que los disturbios habían sido provocados por "falsos rumores". Fuentes no oficiales afirmaban que en el motín participaron también grupos integristas.

Un portavoz de la policía dijo que los amotinados asaltaron la prisión de Torah, una de las más grandes del país, y liberaron a la mayor parte de los reclusos.

El presidente, Hosni Mubarak, dijo, en una declaración radiotelevisada a todo el país, que la revuelta había afectado a varias zonas (Alto Egipto, Sohag, Asiut, Ismailiah y Qaliubieb), y aseguró que los turistas que ocupaban los hoteles atacados habían sido trasladados a otros establecimientos y que ninguno había resultado herido. Mubarak calificó el motín de "puñetazo a traición", y advirtió que "es imposible que el Estado actúe con complacencia con los responsables de tales actos y con los que se han implicado en una traición contra la patria". El presidente egipcio acusó de lo sucedido a "medios irresponsables".

La radio estatal egipcia, citando a una "fuente responsable", dijo que el toque de queda fue impuesto para proteger los intereses de numerosas factorías y otros establecimientos, "algunos de los cuales han sido objeto de ataques que sólo sirven para dañar la economía".

Funcionarios locales informaron de enfrentamientos entre policías de seguridad y soldados del Ejército en Assiut, 300 kilómetros al sur de El Cairo, sobre el Nilo, en Sohag, Ismailía y Qalioubieh, pero la mayor parte de los combates se ha producido en la capital, en los barrios de Giza (zona de las pirámides), Heliópolis, Maadi, Helwan y en el aeropuerto interna cional.

Fuentes diplomáticas recogieron informaciones, no confirmadas, según las cuales habían sido vistos algunos cadáveres en el barrio de Maadi, donde viven muchos norteamericanos y ciudadanos de países occidentales. El Ministerio del Interior, por su parte, informó que se amotinaron dos cuarteles de la policía de seguridad, con un total de 8.000 hombres. Este cuerpo tiene entre 300.000 y 500.000 policías.

Gran parte de los 600 turistas extranjeros que se hallaban en Giza tuvieron que recorrer a pie los 15 kilómetros que separan el barrio de sus embajadas en El Cairo. Tres británicos dijeron haber sido atracados por los amotinados.

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