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VÍSPERAS DEL CONGRESO DEL PCUS

Gorbachov se enfrenta a una oportunidad histórica para modernizar la URSS

Pilar Bonet

El próximo martes, día 25, cuando Mijail Gorbachov inaugure el 27º Congreso del Partido Comunista de la Unión Soviética (PCUS), ante 5.000 delegados reunidos en el Palacio de Congresos del Kremlin, se estarán cumpliendo 30 años desde que Nikita Jruschov leyera su informe secreto sobre los crímenes de Stalin a pocos metros de aquí, en la gran sala del Kremlin, ante una audiencia de 1.500 delegados.

Coincidencias de este tipo son difícilmente frutos del azar en un país como la URSS, donde el ritual y la forma tienen un contenido semántico preciso, pero no explicado en los manuales. Buscados o por la coincidencia, lo cierto es que la sombra del 20º congreso y algunos de los elementos que le rodearon planean sobre el 27º, el primer congreso que se celebra desde la muerte de Leónid Breznev, quien durante su mandato protagonizó cuatro reuniones de este tipo (del 23º congreso, en 1966, al 262, en 1984), con intervalos de cinco años.Gorbachov, que en 1956 había sido nombrado primer secretario del Comité de Stavropol, pero que estaba ayer en el Koinsomol (la organización juvenil del partido), debe necesariamente ser consciente de las analogías. En medios oficiosos soviéticos no se espera hoy que Breznev sea condenado en otro informe secreto, aunque hay quien no excluye una sesión cerrada donde salgan a relucir todos los fallos económicos y políticos que sucedieron durante su mandato. En todo caso, ésa es, para muchos, la gran incógnita del congreso que se inicia el martes.

En algunos aspectos, y salvando las distancias, el momento actual se presenta como una oportunidad histórica repetida: la de un cambio de modernización del país y la busca de una mayor eficacia del sistema económico, que aparentemente desaprovecharon Jruschov y Breznev. Para Nikita Jruschov, el lenguaje oficial tiene la etiqueta de "subjetivismo y voluntarismo". Para Breznev, la expresión no ha sido acuñada aún definitivamente, pero se utilizan fórmulas como "burocratismo", "nepotismo", "adulación", "servilismo", "autocomplacencia", "departamentalismo" y otras.

Un clima de cambios personales a gran escala ha caracterizado la atmósfera precongresual, a diferencia del sopor que reinaba en febrero de 1981, cuando se celebró el 26º congreso, el primero que concluyó sin ningún cambio en el seno del Politburó. Hoy, de los 14 miembros del Politburó de entonces, sólo Gorbachov, Andrei Gromiko y los dirigentes de Ucrania y Kazakistán, VIadimir Sherbitski y Dinmujamed Kunaev, respectivamente, quedan en sus puestos. Atrás quedan seis muertos (Suslov, PeIshe, Ustinov, Breznev, Andropov y Chernenko). Entre las caras nuevas que llegan pisando ftierte están Igor Lipachov y Nikolai Rizhkov, que entraron en el Politburó sin pasar por la categoría de suplentes.

Nuevo programa

El congreso es el máximo órgano del partido, y durante su celebración quedan disueltos los otros organismos dirigentes, tales como el Comité Central o el Politburó. Al congreso le corresponde elegir un nuevo Comité Central, y éste, a su vez, elige el Politburó. El actual Comité Central, formado por 319 miembros de pleno derecho y unos 150 suplentes, surgió del anterior congreso, y entre sus miembros se cuentan el hijo de Breznev, Yuri (suplente), Grigori Romanov o Víctor Grishin.La crisis polaca, el desvanecimiento de la distensión y la presencia soviética en Afganistán eran coordenadas que marcaban el momento del 26º congreso en política internacional. Hoy, Solidaridad ha dejado de ser un peligro inminente tras su supresión y persecución. Aunque la situación en Polonia no se considere normalizada del todo desde el Kremlin, la distensión se encuentra sobre un nuevo carril y la presencia soviética en Aiganistán se ha hecho más intensa, al tiempo que se insiste en la necesidad de soluciones míticas.

El congreso, que representa a una estructura de casi 20 millones de personas, deberá escuchar sendos informes del secretario general, Mijail Gorbachov, y del jefe del Gobierno, Nikolai Rizhkov, y aprobar las líneas de desarrollo económico hasta el año 2000, el plan quinquenal 1986-1990 y el nuevo programa y los estatutos del partido. Los delegados, uno por cada 3.670 miembros del partido, han sido elegidos en una campaña electoral que comenzó en las órganizaciones de base en septiembre y concluyó el pasado febrero con los congresos de 14 de las 15 repúblicas- La República Federativa Socialista Soviética de Rusia no tiene su propia organización del partido, que se identifica con la organización del Partido Comunista de la Unión Soviética. Según datos de 1984, un total del 59,5% de los miembros del partido es ruso de nacionalidad. Dentro de la población de la URSS, según el censo de 1979, un 52,42% de la población es ruso de nacionalidad.

Los resultados de la campaña electoral para el congreso indican que 2.125 miembros de comités centrales republicanos han sido renovados en un 44%. Un 45% del total fue reelegido. Uzbekistán fue la república con mayor inestabilidad en la dirección, y Lituania, la más estable. Un dato significativo es la mayor presencia del Comité Estatal de Seguridad (KGB) en los organismos de dirección. En todas las repúblicas, el KGB está representado al menos a nivel de suplentes del Politburó local. Antes, según fuentes que han contabilizado todos los cambios accesibles desde Moscú, sólo la mitad de las repúblicas tenía un miembro del KGB en la máxima dirección. En el Politburó del PCUS, Víctor Chebrikov, jefe del KGB, ocupa un puesto de miembro de pleno derecho, por encima de Sokolov, el ministro de Defensa, que es sólo miembro suplente.

Cambios de titular

La organización del PCUS es parcialmente explicada en los estatutos, pero la estructura del denominado aparato central, adjunto al Comité Central, no es pública. Existen 24 departamentos que podrían ser objeto de una reestructuración. Diez de estos departamentos han cambiado de titular en época de Gorbachov. Los departamentos, que dependen de las secretarías del Comité Central, se encargan del control del partido sobre todos los aspectos de la gestión pública, a modo de ministerios de superior categoría. Pendientes de titular están la secretaría de Economía, dejada vacante por Rízhkov, y la secretaría ocupada por Rusakov, que se encargaba de las relaciones con los partidos comunistas en el poder.En su nueva composición para los próximos cinco años, el Comité Central, aparte de los miembros institucionales por razón del cargo que ocupan (secretarios de las regiones importantes), deberá incluir a los dirigentes cuya carrera se ha realizado en los últimos tiempos. Así, Alexander Yakolev, jefe del departamento de propaganda del Comité Central, no es, paradójicamente, miembro del Comité Central. Del Comité Central de 1981, 33 miembros han muerto, 99 se han jubilado y algo más de una veintena forman parte del contingente sin peso político.

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Sobre la firma

Pilar Bonet
Es periodista y analista. Durante 34 años fue corresponsal de EL PAÍS en la URSS, Rusia y espacio postsoviético.

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