El Gobierno intenta evitar el arancel ceropara los productos agrícolas transformados

El representante permanente de España ante la Comunidad Europea (CE), Carlos Westendorp, celebró el pasado jueves una reunión al más alto nivel con el comisario de Mercado Interior y vicepresidente de la Comisión Europea, el británico lord Cockfield, y con el director general de Relaciones Industriales comunitario, Fernand Braun, para evitar que entre en vigor el 1 de marzo próximo el arancel cero para los productos agrícolas transformados. Ello dejaría sin protección al sector español de cacaos, helados, caramelos, turrones y derivados ante la previsible avalancha de este tipo de productos procedente de los países de la CE.

La protección nominal que tenía hasta ahora este sector era aproximadamente de un 16% de media. Los responsables comunitarios, sin embargo, no hicieron ninguna promesa al embajador español de que la situación pudiera solucionarse, argumentando que existen unos contenidos previamente firmados en el Tratado de Adhesión conjunto. España, por su parte, ha anunciado que está dispuesta a tomar medidas para remediar que este sector quede totalmente desprotegidos.Hasta nuestro ingreso en la CE, estos productos agrícolas transformados se encontraban teóricamente liberalizados, aunque la situación real era la de que apenas si se concedían permisos de importación, con lo que el sector nacional permaneció en un confortable proteccionismo. Esta especie de ficción entre teoría y práctica es lo que propició que a la hora de negociar el Tratado de Adhesión no se incluyeran excepciones en este apartado.

Un arancel cero, que implicaría abrir totalmente las fronteras a los productos procedentes de la CE, tendría efectos desastrosos para la industria transformadora española del cacao y confitería, que engloba a unas 560 empresas, da empleo a 19.000 personas y mueve anualmente una cifra de negocios cercana a los 170.000 millones de pesetas, según fuentes del sector.

"Con un arancel cero no hay industria de esta área que pueda aguantar", subrayaba una fuente empresarial, quien matizaba que "la industria española del azúcar se cae si esto no se arregla".

Argumentación española

La entrada en vigor del arancel cero para este tipo de productos agrícolas transformados se deduce del contenido del propio Tratado de Adhesión, según la Comisión Europea, "interpretación que nosotros no admitimos, y de ahí que hayamos entablado negociaciones en Bruselas para intentar forzar una interpretación diferente", según señaló a este periódico Antonio Sánchez Bustamante, jefe del gabinete del secretario de Estado de Comercio, Luis Velasco.

Para ello, y aparte de la reunión del representante permanente de España ante la Comunidad Europea con el comisario de Mercado Interior, se han desplazado a la capital belga con este fin el subdirector general de Industrias Agrarias y el subdirector general de Comercio Exterior. Ambos funcionarios son portadores del memorándum elaborado por el Ministerio de Agricultura, en el que se contienen todos los razonamientos para impedir que queden lesionados los intereses españoles.

La defensa española y la consiguiente argumentación ante los responsables comunitarios pasa por un doble frente: en primer lugar, que el arancel que exista en España para este tipo de productos no puede ser inferior al que tienen terceros países frente a la Comunidad (aproximadamente un 8,5% de media).

En caso de que el primer argumento no fructifique, el Gobierno podría recurrir a la cláusula de salvaguardia por la que quedarían paralizadas las importaciones de los productos afectados procedentes de los países de la CE hasta que la situación se aclare definitivamente, opción que, en cualquier caso, el Ejecutivo español se resistirá a utilizar. "Es una aberración", subrayaba un responsable del Ministerio de Agricultura, que se pretenda dejar sin protección a nuestra industria frente a las importaciones comunitarias y, al mismo tiempo, que ellos mantengan tarifas arancelarias para nuestras exportaciones".