Los clubes de opinión del clero catalán

La Iglesia no es ajena al fenómeno de los clubes de opinión. En Cataluña, donde la actuación de la jerarquía eclesiástica ha sido tolerante, existen desde finales de los años cincuenta diversas organizaciones que agrupan a sacerdotes y que han arraigado en los centros de poder. Estas asociaciones cuentan con autorización para su existencia, aunque son prácticamente desconocidas para un importante sector de los creyentes. La más importante de ellas es la Unió de Capellans, fundada en los años cincuenta por el entonces doctor del Tribunal de la Rota Manuel Bonet Muixí.Esta organización, que conoció una serie de problemas mientras gobernó la diócesis de Barcelona monseñor Gregorio Modrego, en la actualidad cuenta entre sus filas a casi el 50% del equipo que gobierna la diócesis de Barcelona. Ello se traduce en ocho vicarios episcopales, que, en opinión de medios eclesiásticos, "hacen oír su voz cuando se trata de efectuar nuevos nombramientos en la diócesis".

La Unió de Capellans (UC), conocida en medios sacerdotales como la u, nació con la intención de renovar la espiritualidad del cura diocesano y no tiene la intención de ser un grupo de presión. Entre sus actuales miembros, surgidos de las promociones sacerdotales de los años sesenta, figuran algunos de los que se manifestaron el 11 de mayo de 1966 en protesta por los malos tratos infringidos por la policía barcelonesa a Joaquim Boix, entonces estudiante y miembro del Sindicato Democrático de Estudiantes Universitarios (SDEUB). Asimismo, también tomaron parte activa en la campaña Volem bisbes catalans, realizada en el año 1966, tras el nombramiento del vallisoletano Marcelo González Martín como obispo coadjutor de Barcelona.

Durante los años sesenta, los miembros de la UC se ganaron la reputación de antifranquistas y catalanistas. Ahora algunos de sus componentes ostentan puestos de responsabilidad en el arzobispado de Barcelona y aunque a la llegada de Narcís Jubany a la diócesis de Barcelona tuvieran problemas con el cardenal, en estos momentos "viven una auténtica luna de miel", según medios eclesiásticos.

Es de destacar, no obstante, que la UC no es monolítica, y sus miembros toman en ocasiones actitudes distintas ante un mismo hecho.

Distintas posiciones

Así, mientras un sector de ellos mantuvo una posición de recelo hacia la reciente celebración del Fórum Hombre y Evangelio, otros participaron activamente en estos debates, realizados los dos primeros días de febrero y organizado para fomentar la comunicación horizontal y no vertical en el seno de la Iglesia catalana. En estas jornadas, a las que asistieron unas 1.600 personas, se pidió una Iglesia más crítica y progresiva, que tomara una decidida opción por los pobres. No obstante, por encima de la distinta orientación de sus miembros, la asociación mantiene "un cierto espíritu de corporación, ya que las reuniones que realizan y el trato continuado conducen lógicamente a ello", según medios eclesiásticos. Sin embargo, por su pluralidad constituye un genuino ejemplo de asociación sacerdotal catalana.Además de la Unió de Capellans también cuenta con arraigo -aunque más limitado- entre el clero diocesano la asociación denominada del Predó. Esta agrupación sacerdotal surgió en Cataluña después de que naciera, en los años cincuenta en Francia, el movimiento de los sacerdotes obreros, inspirados por el llamado obispo remendón de Lyon (Francia) monseñor Ancel. Se trata de una asociación que realiza cursos de formación espiritual y que reúne a sacerdotes obreros que han hecho de la opción por los pobres su tarea fundamental. El Predó circunscribe básicamente su actividad a la diócesis de Barcelona.

Además del Predó y la Unió de Capellans existen otras asociaciones, no de sacerdotes sino de seglares, que revisten un carácter absolutamente distinto. La más joven de las agrupaciones es la Juventut de Barris Obrers i Ambients Populars (Jobac), que surgió hace más de 10 años, impulsada por las nuevas hornadas de sacerdotes de mediados de los setenta. Este grupo fue reconocido por la diócesis en 1978. La Jobac puede considerarse como la más reciente organización surgida por iniciativa de las recientes generaciones sacerdotales. Actualmente cuenta con unos 1.300 jóvenes asociados en toda la zona metropolitana de Barcelona, y tiene influencia entre los creyentes, aunque su presencia es débil en el gobierno diocesano.