La oposición se vuelca a la hora del recuento

El portavoz de la oposición filipina René Saguisag calificó ayer de "fraude masivo" el resultado de las presiones practicadas en todo el país por grupos afines al partido gobernante, el Movimiento de la Nueva Sociedad. Saguisag consideró "horas claves" las dos siguientes al cierre de los colegios, al tiempo que advertía a sus seguidores que prestaran la máxima vigilancia para evitar los cambios y manipulaciones de las urnas en la operación de recuento de votos.El portavoz de la oposición dijo que, en la mayoría de localidades del archipiélago, unidades paramilitares y grupos armados impidieron por la fuerza que los observadores de la oposición y del Movimiento Nacional por unas Elecciones Libres (NAMFREL) asistieran a la votación y fueron expulsados a punta de pistola o bajo amenazas de armas blancas.

El presidente de esta organización cívica, José Concepción, calificó la jornada electoral de "gran confusión", y añadió que el número de incidentes violentos y casos de corrupción en estas elecciones multiplica "por diez veces" el registrado en los últimos comicios legislativos de 1984.

El NAMFREL, formado por voluntarios independientes, la mayoría religiosos y estudiantes, logró reunir alrededor de 500.000 observadores en todo el país para vigilar los casos de corrupción en los cerca de 90.000 colegios electorales repartidos por las 7.000 islas que forman Filipinas.

En Concepción, la capital de la provincia de Tarlac y ciudad natal del asesinado dirigente Benigno Aquino, esposo de Cory, la oposición denunció centenares de casos en que grupos paramiliares invadían las casas para convencer a sus residentes, bajo amenazas, a votar por la candidatura del presidente Ferdinand Marcos.

En algunos pueblos, las urnas contenían ya papeletas favorables a Marcos cuando se abrieron los colegios electorales.